¿Por qué callar si la conciencia está tranquila? Esa pregunta, a manera de respuesta, suelta Óscar de J. Vargas, director deportivos del Manzana Postobón Team, elenco que corre el riesgo de ser sancionado (entre 15 y 45 días) por el segundo resultado analítico adverso que arrojó, en un mes, otro de los integrantes de este escuadrón.
En abril fue Wilmar Paredes, por EPO (hormona sintética que aumenta la cantidad de glóbulos rojos para mejorar la oxigenación en la sangre), y este lunes la UCI notificó a Juan José Amador por Boldenona (esteroide anabólico que sube el rendimiento del deportista).
Vargas dice que tras estos casos un dolor grande lo embarga, tanto que en ocasiones se le pasa por la mente “tirar la toalla”, aunque señala que en los momentos difíciles es cuando se le debe poner el pecho a la brisa y más frente a un tema que prende las alarmas en el país, que en nueve meses ya suma cinco corredores involucrados en resultados positivos.
Quizás este es el desafío más difícil que afronta Manzana...
“Nuestra confiabilidad, así hagamos las cosas bien, está supeditada a que algún muchacho se equivoque, que se deje aconsejar mal de quien le esté vendiendo productos sin que sus papás o nosotros nos demos cuenta”.
La gente se asusta porque en el tema de dopaje ustedes han sido estrictos...
“Estamos cansados de dar charlas, en el equipo nadie se ha puesto una inyección o tomado una pastilla recomendada por auxiliares o técnicos, tenemos la conciencia tranquila. Es muy triste estar en el escarnio público. Hemos dado conferencias con deportistas que han tenido estos problemas para que sean ejemplo. No sé cuándo se van a dar cuenta que hoy, con tantos controles, en el ciclismo es imposible pasar de agache, tarde o temprano los descubrirán”.
¿Hasta se corre el riesgo de que elenco se acabe?
“Sería injusto que todos paguen por una persona que se equivoque. Es una situación delicada, pero las estructuras y patrocinios tienen que mirar más a fondo y saber que es una problemática que está en el deporte en general, que hay un mercado negro en constante presión contra los jovencitos, quienes caen en la trampa. En Colombia, por medio de Coldeportes, el Senado u otra entidad deberían castigar como se hace en Italia o Francia a quienes se les encuentre una sustancias dopantes en su poder, que vayan a la cárcel”.
¿Por qué quienes resultan involucrados no dicen quiénes les suministran el producto... Miedo, presión, amenazas?
“No sé, pero pienso que hay una cultura del silencio entre los deportistas y los que están haciendo dinero de cuenta de la desgracia de estas personas”.
¿No se les exige la verdad?
“Sí, lo exigimos, pero cuando un muchacho sale positivo se va a la tumba con el secreto. Nunca lo va a reconocer, entonces por más que se le hable no te va a decir la verdad, muere en su ley”.
¿Qué salida ve pertinente para frenar este problema?
“Mientras la legislación colombiana no se equipare a la europea en cuanto a penalización y cárcel, siempre existirán los que van a vender, los mismos a quienes les sale gratis desgraciarle la vida a un muchacho” .
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