El antioqueño Santiago Botero ha sido el único pedalista colombiano en ganar el Tour de Romandía. Y después de esa gesta lograda hace once años, otro compatriota está un paso de escribir otra página gloriosa en la carrera que se disputa en territorio suizo.
Se trata del boyacense Nairo Quintana (Movistar), quien ayer, en medio del frío, la fuerte lluvia que, por momentos, parecía “chuzar” sus ojos, se las arregló para defenderse no solo de las inclemencias del clima sino también de los ataques de sus rivales en la considera etapa reina de la competencia, que tuvo un recorrido de 172.7 kilómetros, entre Conthey y Villars-s/Ollon, donde se impuso el británico Chris Froome (Sky), quien tras tener problemas mecánicos el jueves resignó sus aspiraciones al título general.
No obstante, envió un mensaje claro de cara al Tour de Francia, en el que es el vigente campeón, aunque se dio cuenta que sus demás contendores están fuertes para desbancarlo del trono.
Uno de ellos es Quintana, quien luego de hacer una magistral contrarreloj el viernes, sacó a relucir sus dotes como escalador en la jornada que tenía de por medio cinco premios de montaña, dos de tercera y tres de primera categoría, para cuidar y afincarse en el liderato.
Froome, que se escapó con el estadounidense Tejay van Garderen (BMC) -este noveno en la general a 1.22-, llegaron a a tener casi un minuto de ventaja sobre sus perseguidores.
Al final Froome cruzó la meta primero con los rivales a la sombra. Ion Izagirre (Movistar), Thibat Pinot (FDJ], Ilnur Zakarin (Katusha) y Quintana lo secundaron a solo cuatro segundos. Por su parte, el antioqueño Rigoberto Urán (Cannondale) fue octavo a esa misma diferencia, luego de dar gran batalla en la dura fracción. Van Garderen arribó noveno a nueve segundos.
Así, Nairo se consolidó en el liderato, en el que aventaja por 19 segundos a Pinot y 23 a su compañero Izagirre.
Con esta demostración, está cerca de conquistar su segunda carrera del año, luego de triunfar en la Vuelta a Cataluña. Su temporada ha sido sorprendente. Fue tercero en el Tour de San Luis, cuarto en el Nacional de ruta en su tierra y tercero en la Vuelta al País Vasco. Como expresa, estos resultados le confirman que va por buen camino para lograr “el sueño amarillo” en el Tour de Francia.
“¿Que si me siento ganador? No, me siento líder, un líder sólido, pero no soy el ganador. Hasta que no pasemos la línea final no hay nada ganado”, dejó claro el colombiano, quien hoy espera seguir concentrado para evitar alguna sorpresa