Un penalti marcado por el colombiano Duván Zapata no fue suficiente este sábado para matizar una prestación gris del Atalanta, que cayó 1-3 en casa contra el Sampdoria y padeció su segunda derrota consecutiva en la Serie A italiana, algo que no ocurría desde hace casi dos años.
Las amplias rotaciones aportadas por el técnico Giampiero Gasperini, quien dejó inicialmente en el banquillo a los titulares habituales Duván, el holandés Hans Hateboer, el alemán Robin Gosens o el argentino Cristian Romero, le pasaron factura al conjunto de Bérgamo, que intentó gestionar energías de cara al próximo duelo de ‘Champions” ante el Ajax.
No descansaron los argentinos Alejandro Gómez ni José Luis Palomino y también fue titular el colombiano Johan Mojica, pero el Atalanta sufrió ante un Sampdoria en forma, que venía de ganar 3-0 al Lazio y que desbloqueó el duelo gracias al veterano Fabio Quagliarella, de 37 años.
El delantero italiano también pudo firmar un doblete, de no fallar un penalti, pero su Sampdoria consiguió igualmente ampliar distancias de la mano del noruego Marten Thornsby.
Llegó el momento de Duván al comienzo de la reanudación y el colombiano devolvió esperanzas al Atalanta en el 80, al anotar el penalti del 1-2, pero el desesperado ataque final del cuadro local fue castigado al contragolpe con el definitivo 3-1 del checo Jakub Jankto.
Tras empezar el año con tres triunfos consecutivos y trece goles marcados, el Atalanta sufrió su segunda derrota seguida y se quedó tercero. Sin embargo, hasta cuatro equipos, entre ellos el Juventus y el Nápoles, pueden superarle si ganan sus respectivos encuentros.
