Dirigentes e hinchas de los equipos lucen optimistas con la cercanía entre las partes, porque si los cable operadores que no tienen la señal llegan a un acuerdo con Win Sports el fútbol profesional colombiano podría llegarle a cuatro millones de nuevos suscriptores.
Ramón Jesurún, presidente de la Dimayor, admitió que las conversaciones con Une-Tigo, Claro y Movistar van por buen camino y reconoció que “de darse la negociación será extraordinario para seguir promocionando nuestro balompié, que es un buen producto”.
Actualmente, la Liga, el Torneo y la Copa Águila son transmitidos por 200 operadores, contando a Directv y a los comunitarios que operan en 97 municipios del país. Eso significa que los partidos son vistos por casi 1,6 millones de abonados.
“El tener más opciones le significará nuevos ingresos a los clubes y más opciones para sus seguidores”, según manifiesta Gustavo Arbeláez, aficionado al fútbol.
Una fuente de Tigo-Une contó que “hace tres años estamos negociando y el reto del presidente Esteban Iriarte, desde que llegó hace un año, es ofrecerle ese producto a nuestros clientes, pero todavía no está confirmado el arreglo”.
Deiber Caro, también aficionado al fútbol, advierte que “no hay con qué pagar la señal de Directv, pero con Une sería más favorable”.
Aunque Juan Carlos Canchila, presidente de Claro, le dijo recientemente a Semana que “por ahora no existe ningún acuerdo”, de manera extra oficial se conoció que las empresas que están en conversaciones ya definieron los canales por los que pasarían las transmisiones en directo esta temporada.
Mauricio Correa, presidente de Win Sports, dueña de los derechos del rentado hasta 2022, tampoco confirmó el arreglo, pero se mantiene en que “siempre hemos estado dispuestos a la negociación”.