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El clásico, la verdadera pasión del pueblo

Niños, jóvenes y familias viven el duelo de rojos y verdes como una verdadera fiesta en la que esperan que la paz sea el invitado de honor.

  • Miguel Ángel Monsalve (DIM) y Kevin Parra (Nacional) vivirán el clásico 289 como hermanos de una pasión. FOTO Emanuel zerbos
    Miguel Ángel Monsalve (DIM) y Kevin Parra (Nacional) vivirán el clásico 289 como hermanos de una pasión. FOTO Emanuel zerbos
  •  FOTO Cortesía familia Uribe M.
    FOTO Cortesía familia Uribe M.
  • FOTO Cortesía familia Lora
    FOTO Cortesía familia Lora
20 de marzo de 2016
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Miguel Ángel Monsalve y Kevin Parra dejaron huella en el Ponyfútbol-2016 como los dos jugadores más destacados de Medellín y Nacional, equipos que llegaron a la final con triunfo para los verdes.

Ambos sueñan con vestir las camisetas 9 y 7 de los equipos profesionales a los que acompañarán hoy desde diferentes sitios del estadio Atanasio Girardot, pero con el mismo fervor e ilusión de ganar el clásico 289.

(Lea aquí: Que haya armonía y buen espectáculo)

Miguel estará más cerca de las figuras, ya que es uno de los recogebolas del DIM y esa función le da una posición privilegiada al lado de la cancha. Por eso espera celebrar los goles abrazado a los jugadores.

“Vamos a ganar 2-1 con goles de Mauricio Molina y Johan Arango, mis ídolos”. De inmediato Kevin le refuta: “vamos a ver quién celebra, porque yo creo que gana Nacional 1-0 con gol de Luis Carlos Ruiz, porque mi referente Víctor Ibarbo está con la Selección”.

A disfrutar sanamente

Estos chicos, unidos por el amor al fútbol, siempre que se encuentran en una cancha o en la calle estrechan sus manos, se abrazan y se desean suerte. La pasión que sienten por sus respectivos equipos no es impedimento para que sean buenos amigos.

Así de claro lo dejan saber ambos y por ello su llamado para que el clásico se viva en paz, con alegría, aprovechando la oportunidad de estar juntos en el estadio; a disfrutar y rechazar la violencia. No importa quién gane, lo valioso será gozar en medio de un marco multicolor que tendrá el Atanasio.

(Lea también: Clásico de 68 años de tradición con dos rivales en nivel supremo)

Miguel está ilusionado con seguir su proceso en las divisiones menores del Medellín y algún día mostrar su potencia, habilidad y hambre de gol, cualidades que resalta en Johan Arango, a quien dice admirar por su fútbol.

Aunque en su corazón hay un espacio especial para Mao, el 10 del Poderoso que regresó con su prodigiosa zurda para patear tiros libres, idéntico talento que tiene este jovencito de 12 años que estará muy temprano en el estadio preparando la gran fiesta.

Kevin, por su lado, no podrá ver a su ídolo Ibarbo con el verde, pero ahí estará alentando al grupo y haciendo fuerza para que Ruiz marque el gol del triunfo. “Yo quiero jugar en Nacional, demostrar mis condiciones con el balón, así como la velocidad para irme al ataque y el sacrificio que muestra Ibarbo por el equipo”.

En lugares especiales de sus casas están las fotos que se tomaron durante las cenas que programaron ambos equipos profesionales tras la final del Ponyfútbol. Allí, varios jugadores les dieron regalos que tienen guardados como grandes tesoros.

Y mientras estos chicos vivirán en el Atanasio la fiesta del clásico, sus familias en casa tienen listo otro festejo, pues sus padres, hermanos y amigos del barrio estarán en pantalla gigante viviendo las emociones del encuentro de este domingo (3:15 p.m.).

“Siempre nos reunimos con los amigos en el barrio Belén para ver los clásicos, toda nuestra familia es roja, pero no somos fanáticos. Compartimos con hinchas del verde, cada uno haciendo fuerza por su equipo. Ojalá así sea en el estadio ahora que vuelven a estar las dos hinchadas y den ejemplo como pasó en la final del Pony cuando, juntos, vivimos la final y no pasó nada anormal”, dijo Doriela González, madre de Miguel.

Wilson Parra, padre de Kevin, también hace un llamado para que el clásico sea una fiesta y nada más. “Ojalá podamos volver al estadio a disfrutar rojos y verdes sin peleas, que podamos regresar con las familias a los partidos sin temor, porque la fiesta allí es muy especial y emocionante”.

Miguel Ángel y Kevin, dos niños que con su ejemplo reflejan el compromiso de vivir los clásicos en fraternidad.

Wilson Díaz Sánchez

Comunicador social periodista de la U. de A. Sigo el fútbol profesional y aficionado, la gimnasia, el voleibol y las otras disciplinas del ciclo olímpico. Redactor de El Colombiano

Luz Élida Molina Marín

Periodista de la Universidad del Quindío. Cuyabra hasta los huesos y mamá de un milagro llamado Mariana, amante de la salsa y apasionada por el deporte.

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