La utilización del VAR (árbitro asistente de video) por primera vez en los torneos del fútbol colombiano, en la temporada que acaba de terminar, dejó más voces de aprobación que de rechazo, y muchas tareas por hacer si el país quiere acercarse a las principales ligas del mundo. Por eso algunos dirigentes, jugadores, entrenadores y analistas están inquietos tras conocer la última solicitud de los clubes afiliados a la Dimayor (ente que organiza los campeonatos de la rama profesional) de no utilizar esta herramienta el próximo año, aduciendo que ante la crisis económica por la pandemia del coronavirus no hay dinero para sostenerla y que la plata que se invierte en ella debe emplearse en otras necesidades.
Ahora el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, está en una encrucijada porque además de ser un convencido de las bondades de este servicio y de la importancia de que exista en los partidos, cree que “es una tecnología que ayuda a que haya justicia”.
Cuando se trata de críticas por aspectos netamente técnicos y deportivos por los errores de algunos colegiados, Jaramillo reconoce que finalmente son los árbitros los que, con su criterio, deciden, y se pueden equivocar. “Pero este es un recurso que se está imponiendo en todas partes y no podemos estar ajenos a él, debe seguir en nuestras competencias”.
El directivo explica que la asamblea de la Dimayor le dio un mandato claro de mirar en este momento de déficit cómo suspender el VAR por un semestre, o de alguna manera ahorrar costos. “Estamos en eso, es una decisión compleja porque ya hay un contrato firmado y trabajamos para ver cómo podemos acomodarlo en nuestro presupuesto. Yo quiero mantenerlo”.
Si bien solo se utilizó en dos partidos por fecha (son 10 juegos), Jaramillo se ilusiona en que en el futuro esté en todos, “pero paso a paso desde nuestro alcance presupuestal y técnico”.
El presidente de Nacional, Juan David Pérez dice que además del tema financiero, hay que mirar “la garantía que el VAR brinde a los clubes ya que este año hubo algunas polémicas”. Según él, su implementación debe ir acompañada de una reforma al arbitraje que incluya “mucha formación y capacitación”. Advierte que “no es lo lógico que una persona que pite un fin de semana y tenga alguna controversia con un equipo sea asignado como VAR en la jornada siguiente”.