Barcelona se clasificó este sábado para los cuartos de final de la Champions League venciendo 3-1 en la vuelta de octavos al Nápoles, que tuvo en el arco al colombiano David Ospina.
El francés Clément Lenglet abrió el marcador (10’), Lionel Messi amplió (23’) y Luis Suárez marcó de penal (45+1’) el tercero, antes de que Lorenzo Insigne recortara distancias también de penal (45+5’).
El Barcelona, que ganó por 4-2 en el global de la eliminatoria, se enfrentará en los cuartos del final al complicado Bayern de Múnich.
Tras una temporada complicada, el Barça consigue meterse en la ‘Final 8’ de Lisboa en busca de una Champions, que le permita salvar la campaña después de perder la Liga a manos del Real Madrid.
El equipo azulgrana sufrió durante los primeros diez minutos con un Nápoles que presionaba arriba, pero cuando peor lo pasaba, Lenglet marcó en un remate de cabeza a saque de córner (10’) para adelantar a su equipo y darle tranquilidad.
El tanto obligó al Nápoles a arriesgar más y abrir unos espacios, que aprovechó el Barça.
Desde la derecha se internó Messi entre tres rivales para acabar poniendo un balón cruzado y hacer el 2-0 (23’), para dar unos minutos después el susto de la noche.
El capitán barcelonista recibió un duro golpe por detrás de Kalidou Koulibaly, que lo dejó tendido varios minutos en el campo, mientras le atendían la parte posterior de tobillo.
Messi acabó por levantarse al cabo de cinco minutos y la acción se saldó con un penal que transformó el delantero uruguayo Luis Suárez (45+1’).
Con 3-0 en el marcador, el partido se ponía muy de cara al Barça, pero antes del descanso, Insigne transformó un penal (45+5’) para hacer el 3-1.
El gol dio paso al descanso, tras el que el Nápoles volvió a salir con intensidad, presionando de forma asfixiante y tratando de progresar en velocidad con Fabián Ruiz como catalizador del juego.
Con el paso de los minutos, el Barça consiguió controlar más el juego, pero en el último cuarto de hora, el Nápoles se jugó el todo por el todo, lanzándose hacia adelante, pero sin poder volver a mover el marcador.
