Al fútbol suramericano desembarcaron, en este mercado de transferencias, varios jugadores de primer nivel provenientes de Europa que en otro momento solo engrosaban la extensa lista de especulaciones entre los clubes de la región.
Por ahora van 10 futbolistas confirmados para jugar en Conmebol, que se privaron de jugosos salarios en ligas de alto poder adquisitivo o eligieron abandonar Europa aún teniendo mercado en rentados competitivos.
El más sonado fue Dani Alves con su llegada al Sao Paulo. El futbolista más ganador en la historia (41 títulos) fue recibido por 40.000 hinchas del equipo del cual siempre se declaró hincha y que no gana un título desde 2012.
Junto a él llegó al club paulista, como agente libre, el lateral español Juanfran (Juan Francisco Torres), uno de los máximos ídolos del Atlético de Madrid y campeón de Eurocopa con España.
Y si Sao Paulo le apunta con estos hombres a vencer en la Libertadores 2020, Flamengo quiere ganarla en diciembre. Por eso firmó al lateral Rafinha (33 años), quien se despidió del Bayern de Múnich con honores.
Las otras cartas fuertes del elenco en el que juega Orlando Berrío son el lateral izquierdo Filipe Luis, otro histórico del Atlético, además de campeón de Premier League con Chelsea, y uno con el que están cerca de llegar a un acuerdo: el italiano Mario Balotelli, quien firmaría un contrato por US$5,6 millones de salario por apenas 18 meses sin contar premios y bonos.
La trilogía de clubes brasileños que derrocharon dinero para repatriar estrellas de Europa es el Palmeiras , quien cuenta con el colombiano Miguel Ángel Borja, que contrató a Ramires, volante multicampeón del Chelsea y quien alcanzó a estar en 2016 entre los 10 futbolistas mejor pagos en el planeta, con los US$14,5 millones al año que le brindaba Jiangsu Suning FC de China.
Con Ramires (32 años), llegó Luiz Adriano (32), uno de los niños mimados del fútbol ruso, quien pondrá sus goles al servicio del Palmeiras por US$2,8 millones.
En Argentina, Boca Juniors, no se quedó atrás y contrató probablemente al jugador europeo más importante que haya venido a Suramérica: el italiano Daniele de Rossi, campeón mundial (2006) y emblema de Roma, que rechazó ofertas de la MLS (EE. UU.).
Boca repatrió a Eduardo Salvio, uno de los mejores extremos del fútbol portugués en la última década, y quien con 29 años aún tenía un amplio mercado en Europa.
La última de las grandes contrataciones provenientes de Europa es el ecuatoriano Antonio Valencia, único latinoamericano en portar la cinta de capitán del Manchester United en su historia y que, a pesar de tener solicitudes de equipos ingleses, decidió volver a su país para vestir la camiseta de Liga de Quito.