La eliminación de la Champions League, en una épica batalla de goles frente al Inter de Milán (4-3), dejó sensaciones agridulces en el Barcelona. El equipo de Hansi Flick volvió a competir de tú a tú con las potencias europeas y rozó una final que habría significado mucho más que un trofeo: habría sido el regreso definitivo del Barça al primer plano del continente.
Pero en la resaca de una noche que quedará en la memoria culé, hay un nombre que sobresale en el foco de las críticas: Ronald Araújo. El defensor uruguayo, habitual símbolo de garra y liderazgo, ingresó al minuto 76 con el marcador empatado 2-2, en reemplazo de Iñigo Martínez, para aportar velocidad y firmeza en defensa. Sin embargo, su entrada terminó siendo contraproducente. En la fotografía de los goles que sepultaron la ilusión blaugrana —el 3-3 de Francesco Acerbi y el 4-3 de Davide Frattesi— aparece, irónicamente, el propio Araújo.
La prensa no fue indulgente. Los principales medios, tanto de Barcelona como de Madrid, se alinearon en sus críticas. Mundo Deportivo, Sport, MARCA y AS coincidieron en señalar al uruguayo como uno de los grandes responsables de la eliminación. “Entró para dar consistencia, pero salió retratado”, titulaban. “Lo que fue... y lo que es. Volvió a fallar en una gran noche. Volvió a estar en la foto de una eliminación, como ya ocurrió ante el PSG. Y en el Barça lo saben: su ciclo está agotado. Es una venta segura este verano”, sentenció otro medio con crudeza.
Más allá de los titulares, la tormenta también sacudió las redes sociales. Los hinchas, heridos y desbordados por la frustración, arremetieron sin piedad:
“Otra temporada enviada al carajo por su culpa. Otra temporada matando la ilusión de todos los culés. Otra temporada cometiendo errores infantiles. Fuera del Barça ya”.
Incluso, algunas publicaciones cruzaron límites de lo emocional a lo cruel:
“Cuando muera, quiero que Ronald Araújo deje mi ataúd. Solo quiero que me deje caer por última vez”.
El defensor, sin embargo, no se escondió. Fue uno de los primeros en dar la cara ante los micrófonos tras el partido. Con el rostro desencajado y la voz quebrada, respondió a los cuestionamientos sobre su rendimiento:
“¿Tú crees que me ha faltado contundencia? En la primera lo estoy marcando por delante... Y en el segundo, en el fútbol existen también las coberturas y se solucionan estas jugadas”.
Sus palabras intentaron apagar el incendio, pero la herida ya estaba abierta. Los recuerdos de lo sucedido contra el PSG, donde un penal suyo marcó el declive del equipo, resurgieron como fantasmas en las redes. La afición, acostumbrada a la exigencia máxima, parece haber perdido la paciencia con uno de sus capitanes.
Y ahora, sin tiempo para lamentos, se viene otro desafío monumental: el Clásico contra el Real Madrid, este domingo. Un partido que puede definir el título de LaLiga y que representa para Araújo una posible redención... o una sentencia final.
Mientras clubes como Juventus y equipos de la Premier League vigilan su situación con interés, en el Barça comienza a crecer la sensación de que este podría ser el final de ciclo para el zaguero uruguayo. La pregunta que flota en el aire es clara: ¿habrá perdón y nueva oportunidad, o será tiempo de partir?