Colombia llegó a Bielorrusia a “jugar seis finales”, esa ha sido la frase de batalla de sus integrantes en este país de Europa oriental. Y con “la victoria 5-3 de este miércoles sobre Rusia “quedamos a dos de retener el título del Mundial de microfútbol”, dijo entrecortado ante tantas felicitaciones el entrenador manizaleño Jaime Cuervo.
Para dejar más cerca ese botín a la Selección le tocó mostrar “jerarquía”, porque ese dicho popular en el país que dice “ataca más que los rusos” se pudo comprobar, porque el conjunto representativo de una de las potencias económicas y culturales del planeta Tierra demostró que también sabe jugar fútbol de salón.
A la potencia física que los caracteriza le sumó técnica y con ello le ofreció resistencia al conjunto suramericano que, “a punta de talento, orden, movilidad y efectividad en los momentos determinantes” (así lo destacó Camilo Gómez rodeado por más de 1.000 personas que lo asediaban en el coliseo Victoria de Brest) se clasificó para la semifinal.
“Nunca nos damos por vencidos en las adversidades y con garra Colombia se hace respetar como la actual campeona del mundo; los rusos tienen un buen equipo, pero jugamos un excelente partido y estamos en las rondas finales del Mundial”, repitió tres veces el antioqueño Jorge Cuervo al saber que el conjunto nacional “superó su mayor obstáculo, hasta hora, en Brest, donde la gente nos trató bien”.
Claro que los cerca de 5.700 aficionados se la pasaron coreando “Rusia, Rusia, Rusia”, ya que son muchas cuestiones históricas que los une a este país, porque hasta 1991 Bielorrusia fue una de las 15 repúblicas de la antigua Unión Soviética.
Lo que hizo ese constante empuje para los descendientes de los zares, Lenin y Stalin fue motivar a Colombia, que abrió la cuenta con Jorge Cuervo a los cinco y por atacar durante los 40 minutos aseguró su cuarto triunfo en el campeonato con las anotaciones de Camilo Gómez (14’ y 20’), John Pinilla, quien se lució con su anotación de chilena (24’) y Diego Abril (27’).
Rusia, que jugó en casa porque a ocho horas de esta ciudad queda Moscú, nunca se entregó y con los tantos de Afgan Rakhmanov (10’) y Roman Senatorov (19’ y 34’) puso a soñar a sus seguidores con una sorpresa en el coliseo Victoria de Brest, sin embargo, Colombia supo aguantar y con tenencia de pelota y contragolpes manejó el resultado para continuar su marcha triunfal en Bielorrusia, donde el hockey es el deporte nacional, aunque por estos días sus habitantes están gozando de cuenta del microfútbol.
Superados los obstáculos de Venezuela, República Checa, Curazao y Rusia, el quinteto nacional, quecontinúa generándole alegrías al país y cosechando aplausos en Bielorrusia, se alista para enfrentar mañana a Bélgica en la semifinal.
Este jueves se trasladará a Minks con la ilusión con la convicción de “ratificar que somos los mejores del mundo”, según Diego Abril, y con la satisfacción que produce saber que los rivales la respetan y es la gran cuota sumericana en el campeonato que culminará el sábado en la noche.
Ya se hicieron las tareas de pasar a la segunda ronda, llegar a semifinales y lograr la mejor actuación en Europa, donde su extrenador Manuel Sánchez recuerda que “en Italia-1991 fuimos novenos y ahora parcialmente somos los cuartos”.
Lo que viene, admitió John Pinilla, “es el verdadero Mundial y nosotros estamos listos para responder, porque queremos regresar a casa con el botín, más cuando varios añoramos cerrar nuestras carreras con broche de oro”. Con ese fin este jueves la Selección empezará a planear lo que sus 12 jugadores calificaron ayer como la “quinta final en Bielorrusia”.