viernes
3 y 2
3 y 2
En la casa de Greicy Landázuri ya no se preocupan si no la ven: saben que está en alguna cancha de Tumaco o, muchas veces, en la calle con un balón.
El fútbol es una condición genética en su familia, porque sus padres también lo practicaron. De pequeña, recuerda, uno de sus primeros regalos fue una pelota de plástico, con la cual comenzó a dar sus primeros golpes.
Poco a poco comenzó a coleccionar balones y trofeos en un estante de su casa. Claro, eso era lo único que no tumbaba porque, debido a su locura con el juego, hizo uno que otro daño.
“Vive por el fútbol, yo no le conozco otra pasión”, expresa Alba González, la madre. Tanto es así que, participando en el zonal clasificatorio al Ponyfútbol que se hizo en Nariño, salió convertida como la...
ESTE CONTENIDO ES EXCLUSIVO
PARA SUSCRIPTORES
¿Ya sos un suscriptor? Iniciá sesión
Al realizar el registro de tus datos por medio de estas redes sociales, aceptas los términos y condiciones, el
uso de tu información personal y el uso de tu información por terceros de El Colombiano disponibles en
www.elcolombiano.com y el envío de noticias a tu correo.
¿QUERÉS SER UN SUSCRIPTOR?
TENEMOS PLANES DESDE
$14.900,
Seleccioná el que más te convenga:
Nueve razones para suscribirme a EL COLOMBIANO