La historia de Luis Barrios no está muy alejada de la realidad de miles de futbolistas colombianos que dejaron el país para cumplir su sueño de llegar al profesionalismo. A sus 24 años saca pecho porque el pasado fin de semana se convirtió en el héroe de su pequeño equipo, un conjunto chico de la segunda división del fútbol de El Salvador.
Su caso se asemeja al de Carlos Sánchez, mediocampista de la selección Colombia, a quien el Danubio uruguayo le abrió las puertas para comenzar una exitosa carrera que hoy lo tiene en el fútbol inglés y con un Mundial encima.
Pese a que Santa Fe, La Equidad, Junior y Real Cartagena lo tuvieron en sus divisiones inferiores, Barrios, junto otros 14 colombianos, emprendió el pasado mes de marzo el viaje hacia El Salvador con la firme intención de convertirse en jugador de la primera división del balompié de ese país.
Con la ayuda de un empresario, que cobró su comisión y se ‘esfumó’, este barranquillero aterrizó en el Club Deportivo Las Águilas, el segundo equipo con más títulos en el fútbol salvadoreño. Allí fue recibido por los directivos de un equipo que ya tenía ocupadas todas las plazas para extranjeros.
Desde entonces las cosas se pusieron difíciles para el ‘Cumbia’, como lo llaman sus compañeros de equipo, ya que no tenía cómo pagar su estancia en territorio centroamericano y tuvo que ver cómo sus compatriotas se devolvían uno a uno para Colombia.
Pero algo grande le deparaba el destino a Barrios. Las Águilas lo mandaron a probarse en el Municipal Limeño de la segunda división de El Salvador, equipo en el que a pesar de no jugar en su posición natural de armador se ganó un espacio en la plantilla a base de talento.
“Pasé necesidades, sí como todos, bastante, porque en esto del fútbol no se vive sino que se sobrevive. Pero ya después de que logré arreglar con el equipo las cosas fueron mejorando”, asegura ‘Colombia’, el otro sobrenombre que se ganó jugando para los ‘cucheros’.
Y es que este barranquillero del barrio Me Quejo sabe lo que es luchar por sus sueños. En Colombia dejó no solo a su esposa Mayra y su familia, también dejó sus estudios en Gestión de Negocios en el Sena y se dedicó a trabajar para conseguir el dinero de los tiquetes de avión y la comisión del empresario.
“En contra del empresario no tengo nada. Dios sabe cómo hace sus cosas y en parte estoy agradecido con él porque a pesar de todo, me hizo llegar hasta donde estoy y gracias a Dios todo salió bien”, comentó.
Sin embargo, la buena hora para este colombiano fanático de Cristiano Ronaldo llegó el pasado domingo en el segundo partido de la final ante el Fuente San Francisco, cuando gracias a Barrios su equipo consiguió el título de la B y consiguió medio tiquete para la Primera División.
Corrían los primeros cinco minutos del segundo tiempo y el Limeño perdía 1-0. El entrenador ‘cuchero’, Carlos Romero, no lo pensó dos veces y mandó a la cancha a ‘Colombia’ para “oxigenar el medio campo y retomar el control de la pelota que el equipo cuchero perdió tras recibir el gol”, según el relato del diario El Gráfico el pasado domingo 27.
Y no solo oxigenó el partido, ‘Cumbia’ fue lo que el barranquillero puso a bailar a sus compañeros con su talento que casi los pone a festejar de manera anticipada, si no es porque el portero rival ahogó su grito de gol a los 74.
No obstante, la sed de triunfo y la persistencia de ‘San Barrios’, su nuevo remoquete, fueron recompensados a solo un minuto de terminar el compromiso cuando aprovechó un rebote dejado por el arquero para marcar la igualdad a un gol y darle el trofeo al Limeño gracias al 4-2 en el marcador global.
Pero frente al logro más importante de su corta carrera, Luis Barrios no se conforma y va por más: “No he conseguido todo lo que he querido, porque uno tiene metas a corto y a largo plazo. Por lo menos cumplí con ser campeón en el primer torneo y lo más lindo fue marcar el gol que le diera el título al equipo”, concluyó.