Es un mediocampista aguerrido. Cuando debe cumplir alguna función defensiva parece un gladiador y le entra fuerte al rival hasta lograr quitarle la pelota. Luego de que la tiene en sus pies, se transforma en un artista y saca a relucir la técnica que ha pulido con los años.
Algunas veces engancha y deja a los rivales tirados en el suelo. Otras, simplemente se asocia con el compañero que tiene más cerca y se mueve buscando un espacio que le permita ubicarse bien para ayudar a su equipo hacer la transición al ataque.
Ese es el momento del juego que al volante uruguayo Pablo Lima, el nuevo refuerzo del DIM, se le da con más naturalidad. Lo mismo que habilita a sus compañeros con pases rastreros en profundidad que parecen puestos con la mano, suele hacer cambios de frente precisos que le dan salida al conjunto en el que juega.
Por lo menos así lo hizo durante los cinco años que jugó en La Equidad. En su paso por el conjunto bogotano, en el que llegó a ser capitán varias veces, también solía acompañar las jugadas de ataque, pisar el área llegando desde atrás. Así marcó algunos de los 16 goles que registró con el cuadro asegurador. Otros llegaron después de rematar desde afuera del área con la pegada potente que lo caracteriza y que lo hace ser un buen cobrador de tiros libres.
El rojo de los uruguayos
Esas cualidades fueron las que llamaron la atención del entrenador uruguayo Alfredo Arias. Por eso, en el primer mercado de fichajes en el que pudo pedir jugadores de su gusto, decidió traer a Lima para su plantilla.
El futbolista, que tendrá contrato con el cuadro rojo hasta 2026, tiene la garra charrúa que el cuerpo técnico actual ha querido implantar en su idea de juego.
“Estoy muy contento de estar en esta institución. Desde ya me comprometo a dar mi 100% para conseguir el título, esa estrella que la gente tanto anhela y que nosotros, los jugadores, deseamos que llegue con todo el corazón”, dijo Lima en las primeras declaraciones que dio como jugador rojo.
El uruguayo, que antes había jugado en el Tanque Sisley (equipo en el que debutó en su país), FC Sudritol de Italia, Aucas de Ecuador y Villa Teresa de la segunda división del balompié charrúa, completa, junto a su compatriota, el central José Aja y el atacante argentino Luciano Pons, la cuita de tres extranjeros que tendrá el Poderoso en 2024.
Lima, de 33 años, piensa que llegar al Medellín es un paso importante para crecer, tanto en lo personal como en lo profesional: “La verdad, no podemos estar más contentos de estar en esta institución”.
Por el carácter que tiene, Lima será uno de los líderes del camerino del Medellín. Aunque lleva poco tiempo, ya logró encajar en el ambiente que se vive en la interna del grupo.
“El profe Arias me ha recibido de la mejor manera, al igual que todo su staff. Estoy contento porque al llegar aquí me encontré con un una familia que tiene un ambiente espectacular y creo que para uno que es nuevo, eso le hace más fácil la adaptación”.
El volante dijo que lo primero que se le pasó por la cabeza cuando le dijeron que iba a venir al Medellín era que quería ser campeón y hacer un buen papel en la Copa Sudamericana.
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