En Italia se ilusionaron con su llegada. La prensa deportiva aseguraba que llegaría este fin de semana a la Ciudad Eterna para firmar contrato con la Roma. Sin embargo, el destino de Richard Ríos dio un cambio de 180 grados en los últimos días. El cuadro italiano no pasó de ofrecer 28 millones de euros y en Palmeiras querían, sí o sí, 30 millones.
Pero luchó. En 2022 regresó a Brasil. Estuvo en Guaraní. Después lo compró Palmeiras. Con el equipo verde estuvo dos años: llegó en 2023. Con ese club disputó 138 partidos. En ellos anotó 11 goles y dio 10 asistencias, buenas cifras para un volante mixto, dedicado a armar juego desde la primera línea, darle salida al equipo y recuperar balones.
Con Palmeiras, Ríos tuvo una buena presentación en el Mundial de Clubes. Su “performance” fue lo que llamó la atención en Europa. Ahora, Ríos jugará en un cuadro histórico, que la temporada pasada fue subcampeón de la Liga de Portugal y por eso disputará la fase de clasificación a los grupos de la Liga de Campeones.
Seguro clasificarán. Ese torneo será una vitrina internacional más para que el futbolista paisa. Además, jugará falando, hablando, el portugués que aprendió escuchando música desde que estaba en su casa en Vegachí. ¿Estaba escribiendo su destino, siguiendo las señales? Quizás. Ahora todo es una realidad.