Las burlas que recibió de sus compañeros en la primera escuela de fútbol a la que llegó, y de la cual no quiso recordar el nombre, no hicieron mella en Samuel Alvarado Wolter, quien sacó a flote toda la tenacidad, rigor y fortaleza alemana que corre por sus venas.
Sus padres, quienes siempre están dispuestos para ayudarlo y apoyarlo, lo cambiaron de escuela y, tras pasar por cuatro clubes, llegó a la Sarmiento Lora de Cali, donde lo acogieron y lo convirtieron en la figura del equipo gorrión.
Samuel, al sentirse respaldado, explotó todo su potencial y, a punta de gambetas, se ganó la titular, cumpliendo así con el primero de los sueños que se ha fijado, pues el más grande es llegar al Barcelona FC, club donde militó su ídolo Ronaldinho, el mismo que siempre observa en videos para aprender sus fintas, quiebres y magia.
Y como el fútbol es su felicidad, a Samuel no le importa tener que atravesar Cali todos los días, pues para ir desde su colegio a la cancha, son entre 45 minutos y hora de recorrido, tiempo que aprovecha para comer algo y enfundarse su uniforme, pues al llegar al escenario siempre está listo para entrenar.
Su técnico, Robinson Tamayo, exalta en el pequeño las condiciones humanas que posee, ya que, a pesar de ser un niño de familia con una posición económica solvente, “lo tiene todo”, es sencillo, humano y disciplinado, lo que le ha permitido convertirse en un ejemplo para sus compañeros.
En el Ponyfútbol está cumpliendo otra meta, jugar un torneo de alto nivel, midiéndose a rivales que lo han exigido y que han visto la calidad de este pequeño de tez blanca, ojos azules y de apellido Wolter, que resuena hasta Alemania, donde su abuelo materno saca pecho y muestra videos de la calidad del crack.
Un anhelo en Samuel es jugar, algún día, con la Tricolor.