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La gimnasia paisa despidió con honores al maestro Junsuke Iwai

El entrenador japonés es considerado el precursor de este deporte en el departamento. Con él, Colombia fue por primera vez a unos Juegos Olímpicos en dicha especialidad.

  • Amable, respetuoso y noble, así era Junsuke Iwai, pionero de la internacionalización de la gimnasia en Colombia y quien falleció el martes en Medellín a sus 77 años de edad. FOTO MANUEL SALDARRIAGA
    Amable, respetuoso y noble, así era Junsuke Iwai, pionero de la internacionalización de la gimnasia en Colombia y quien falleció el martes en Medellín a sus 77 años de edad. FOTO MANUEL SALDARRIAGA
04 de enero de 2023
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A cualquier hora que se llegaba al coliseo de gimnasia de Medellín, Junsuke Iwai estaba ahí, con su figura espigada y marcha lenta. A su lado, los alumnos a quienes les transmitía conocimientos y parte de la cultura japonesa, esa que les dio seguridad y permitió en ellos un cambio de mentalidad.

Leonardo González, Diego Medina, Jorge Hugo Giraldo, Dilan Jiménez, Ginna Escobar, los hermanos Andrés y José Manuel Martínez, entre muchos otros, hoy dan testimonio del aporte recibido de Junsuke Iwai, quien fuera su maestro, el hombre que logró que la gimnasia colombiana saliera de sus fronteras.

Iwai llegó a Colombia en 1970 con la misión de preparar el equipo colombiano para los Juegos Panamericanos de Cali-71, y finalmente se radicó en Antioquia, la tierra que no solo lo adoptó, sino que le dio una hija de mamá paisa (Akeny, arquitecta de la Universidad Nacional).

En una nota publicada por EL COLOMBIANO el 30 de agosto de 2015, este estratega nipón, fallecido este martes en Medellín, confesó que cuando arribó al país, “aquí no había casi nada, ni aparatos ni dónde entrenar; nos tocaba hacer las prácticas en la manga de una universidad de Bogotá”.

Estuvo vinculado a Coldeportes y a la Federación hasta 1975. Tras algunos cambios de políticas esperó nueve meses sin contrato y sin salario, y al ver que no le resolvían la situación partió a Venezuela. En el vecino país trabajó durante ocho años, pero en 1984 aterrizó en Medellín, pues la Liga de Antioquia le ganó la pulseada a la de Santander que también quería sus servicios.

Desde ese entonces permaneció en suelo paisa, donde este miércoles sus allegados le dieron el último adiós, luego de padecer los últimos tres años de una fibrosis pulmonar.

Testimonio de grandeza

Jorge Hugo Giraldo visitó recientemente a Junsuke en su lecho de enfermo. En su cuenta de Instagram, acompañado de una fotografía, escribió un texto que retrata lo que el profe significó para él y para muchos de sus compañeros:

“Para usted profe Junsuke Iwai, gratitud infinita. Hoy hablaré por mí, aunque sé que son muchas las personas a las que les marcaste el camino y el corazón... Este hombre que ven junto a mí está hecho de valor, de ese valor escaso del que solo están hechos los hombres honestos y honorables... Solo puedo sentir amor y gratitud porque forjaste hombres íntegros en el ámbito deportivo, pero a mí en lo personal me enseñaste gran parte de lo que soy como ser humano”, relató Giraldo, quien prosiguió:

“Gracias Junsuke, mi admiración se queda corta para todo lo que me entregas cada vez que hablamos, eres muy grande Junsuke, tan grande como los sueños que tuvimos y que logramos en cada escenario que pisamos juntos, ya sé que los años no llegan solos y que esto somos, que cambiamos físicamente, que las largas jornadas de entrenamiento se detuvieron para ambos. Ahora profe lo que tenemos va más allá, la fragilidad hoy se hace presente, seguimos firmes, optimistas y esto será otra cosa más de la que hablaremos más adelante”.

Giraldo fue el primer gimnasta nacional en asistir a unos Juegos Olímpicos (Atenas 2004) y lo hizo de la mano de Iwai, a quien considaraba un padre.

Sobre su permanencia en Medellín, Jusuke siempre dijo que aquí lo trataban como un colombiano más, “no como un extraño; tienen el mejor clima del mundo, es cómodo para vivir y tengo muchos amigos”. Y comentó que por las leyes japoneses no se había podido nacionalizar, pero que quería a Colombia como a su país de origen.

El entrenador foráneo con más años de permanencia en Antioquia, quien jocosamente decía que había puesto la primera piedra para construir el viejo coliseo Yesid Santos con miras a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Medellín 1978, y luego el moderno escenario que lleva el nombre de Jorge Hugo Giraldo, inaugurado en los Juegos Suramericanos de 2010, fue despedido por sus alumnos en el parque cementerio Campos de Paz. Allí le rindieron tributo al hombre que con sabiduría les enseñó el camino del alto rendimiento y de la vida

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