Tres oros, tres platas y dos bronces. Ese es el resumen de la presencia de Colombia en sus dos participaciones en Juegos Olímpicos de la Juventud.
Buena actuación, al decir de los dirigentes nacionales si se tiene en cuenta que al certamen se llega sin muchos antecedentes con respecto a muchos de los rivales, exponencialmente más poderosos y con políticas claras de respaldo a sus bases deportivas. Entre ellos, países orientales de China y Japón, Corea, así como los europeos de Alemania, Inglaterra, España, o los occidentales como Estados Unidos, consideradas potencias.
Colombia registra 8 preseas, incluyendo tres de oros en las dos ediciones juveniles que datan de Singapur-2010 y Nankín-2014.
Comparativamente, en los Juegos de Verano, el país tardó 40 años para obtener la primera medalla. Fue la de plata con el tirador Helmut Bellingrodt (Múnich-1972), mientras en los de la Juventud consiguió 5 de entrada.
Lo efectuado en Singapur y Nankín ha permitido que un equipo multidisciplinario desarrolle estrategias “para proporcionar a los atletas las herramientas necesarias para lograr la clasificación”, dice Juan Carlos Sarria, metodólogo del equipo de Talento y Reserva de Coldeportes.
Según él, están las concentraciones y el apoyo a las federaciones, el acompañamiento y seguimiento metodológico durante las competencias preparatorias y eventos clasificatorios.
Descubren talentos
Para Baltazar Medina, presidente del Comité Olímpico Colombiano, más allá de cualquier logro que se haya obtenido, estas justas brindan la posibilidad de contar con un espacio para ir probando el nivel competitivo de la reserva atlética del país.
“Hay mucho riesgo de que se pierdan estos deportistas, porque no hay un ciclo, en este caso olímpico, de preparación. No hay un campeonato que garantice su continuidad, excepto los torneos internacionales que se hacen de cada deporte”, manifiesta Medina.
Lo importante es que se viene trabajando con esta población y por eso se creó tal programa. “La idea es trabajar con esta población en conjunto con los programas de las ligas y escuelas de semilleros. Es tener un plan de identificación de los talentos, hacerles mediciones técnicas y científicas, y prestarles atención a una temprana edad”, agrega el dirigente.
Por eso, Panam Sports, antes Odepa (Organización Deportiva Panamericana), viene trabajando en la creación de los Juegos Panamericanos Júnior para deportistas de 20, 21 y 22 años, que darían continuidad internacional a quienes participen en los Olímpicos de la Juventud.
Lo que sí tiene claro el máximo dirigente del deporte, es que los Juegos presentan una gran oportunidad para detectar los futuros atletas élite. De hecho varios de los que ya estuvieron en Singapur y Nankín, ahora son figuras: Éider Arévalo, Jhonnatan Botero, Isabela Arcila, José Gabino Mena, Óscar Muñoz y Evelyn Rivera, entre otros.
Para técnicos como Héctor Pérez, quien llevó al ciclista Jhonnatan Botero al oro en 2010, Colombia cuenta con una juventud ganadora que se debe aprovechar y saberla llevar, después de los logros obtenidos en eventos tan importantes como son las olimpiadas juveniles que, en este caso, “son el gran sueño de los jóvenes para proyectarse a unas justas de mayor tamaño como son los Olímpicos de verano (mayores)”.