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Danza de Brayan, ¡Mundial!

El patinador artístico le dio un oro a Colombia luego de 19 años.

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06 de septiembre de 2017
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Con una rutina de movimientos bien marcados, suaves y estilizados, Brayan Carreño Ceballos ganó la prueba de danza en el Mundial de patinaje que se desarrolla en Nanjing, China.

Es la tercera medalla dorada para el país en esta especialidad, luego del bogotano Edwin Guevara en los Mundiales de Mar del Plata en 1996 y Bogotá 1998.

Al finalizar su presentación, al ritmo de “Grande Amore” de Il Volo, Brayan se arrojó al piso y le dio una palmada a la pista. Todos en la tribuna entendieron la satisfacción del caleño tras ejecutar de manera magistral los movimientos.

Con flexibilidad, destreza, dominio del patín, giros, saltos, extensión de piernas y brazos y mucha expresión corporal que lo conectó con el público, Carreño recibió aplausos y altas calificaciones. Una medalla de oro que durante los últimos cuatro años le había sido esquiva y que obtuvo al derrotar al portugués José Cruz y al italiano Massimiliano Antonelli.

De sus rivales resaltó que son fuertes. Su estadía en Portugal le ha permitido conocerlos y aprender de su alto nivel, para estar de tú a tú con quienes hasta hace unos años veía como sus referentes.

“No se trata solo de disciplina y esfuerzo, sino de valorar todo lo que se tiene”, afirma el joven que hoy recuerda a los maestros que lo formaron, a las personas que lo han apoyado y a su familia (cuatro hermanos, su mamá María Janeth y su papá Germán), un hogar humilde en el que el respeto y el amor por lo que se hace es la filosofía de vida.

Hoy, seguramente, su padre estará conduciendo el camión con el que consigue la plata para mantener la casa. Su mamá recibirá llamadas y las vecinas se acercarán para felicitarla, mientras en China, Brayan, en compañía de su hermano Jonathan -también compite en el Mundial- dormirá abrazando su oro y pensando en nuevas metas.

Brayan llegó tarde al patinaje, a los ocho años de edad, pero agradece la insistencia de los técnicos para que dejara la natación, el ballet y el baile para dedicarse a las ruedas.

A sus 17 años alcanzó la hazaña y sabe que le restan dos más como juvenil.

Dice que seguirá trabajando fuerte para, en 2018, defender su reinado, pues italianos y portugueses querrán destronarlo

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