A los 5 años de edad, Santiago Echavarría Correa mostró interés por el bicicrós, luego fue el trial, los patines, el monopatín, las motos, en fin todo lo que tuviera ruedas. Así lo recuerda el medallista de plata del Festival de skateboarding que se realizó en Francia, el pasado 11 de mayo.
Desde muy pequeño encontró placer al desafiar la gravedad, trepándose en cuanto muro encontraba y lanzándose por las rampas sin importarle los golpes y caídas que sufría.
Han sido muchas las fracturas de clavícula y los esguinces en sus manos y piernas de los que se ha recuperado, pero ninguno de esos golpes lo ha hecho dudar de seguir en busca de sus sueños deportivos.
Sus padres aprendieron a vivir y sufrir con los triunfos y caídas de Santiago en su proceso deportivo, el cual tomó más fuerza desde el año pasado, cuando la Federación programó el calendario nacional, y tras disputar las tres paradas, terminó tercero en el ranquin, demostrando que es uno de los mejores del país.
Esa posición le permitió representar al país en el Panamericano efectuado en Bogotá, a mitad del año pasado, en el que logró el segundo puesto (mejor colombiano) que le abrió las puertas para ir a Montpellier, Francia, a representar el país este mes.
Todos estos eventos hacen parte del plan de formación de los colombianos pensando en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, cuando esta modalidad del patinaje hará su aparición.
La idea es participar en los eventos del ciclo para buscar un cupo a esas justas. Por ello, la Federación mejorará la preparación de los deportistas en temas como nutrición, acompañamiento sicológico y preparación física. Eso tiene más motivado a Santiago, quien no solo seguirá entrenando cuatro veces a las semana, tres horas por cada jornada sobre los patines, sino que tendrá trabajo complementario.