Esteban Ramón Aníbal Vega saluda normal, un poco tímido, pero sostiene la conversación con fluidez y no evidencia ningún tipo de limitación.
Sin embargo, se bate en el salto largo y las carreras de corto aliento del atletismo adaptado de los Juegos Suramericanos Escolares.
Alfredo Leiche, entrenador argentino de esta disciplina, explica la situación del muchacho del Chaco (provincia al norte del país gaucho). “Lo que pasa es que no presentan discapacidad de tipo física, acá compiten según el coeficiente intelectual y el de ellos es de un promedio de 70, siendo el normal de 90”.
Esteban, de 14 años, su problema de aprendizaje en las aulas no le impide impregnarse de experiencias que lo hacen crecer, como la participación en el certamen que organizó Medellín.
“Estoy muy contento acá, ha sido duro ‘remarla’ para clasificar y por eso trato de darme al máximo”, cuenta el deportista.
De hecho, en el salto largo ya tuvo la posibilidad de lograr oro, lo que comprueba que sus capacidades físicas están intactas y superan esas limitaciones mentales, que solo son de aprendizaje.
Practica este deporte desde hace un año cuando, en Resistencia (Chaco), veía correr a niños de su misma edad y le picó el bicho de consolidarse como un gran atleta.
Se levanta temprano todos los días, en medio del calor de su zona, y se lanza a la pista para ser cada día mejor. “Esto es algo que me apasiona, por eso trato de darme al máximo en todas las pruebas”.
Aunque a veces las letras y los números se vuelvan complicados, los registros es algo que tiene claro y se enfoca por superarlos.