Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer han dominado, por casi dos décadas, el circuito profesional de tenis.
Desde 2003, el Big Three se ha repartido 56 títulos en los Grand Slam, incluidos los últimos 13, de ahí que sus opiniones y posturas sobre el deporte blanco tengan tanto valor.
Por eso, declaraciones como la de Nole, número uno del ranquin, quien puso en duda su participación en el US Open, o la de Rafa que la semana pasada advirtió que tampoco se veía viajando a Nueva York para defender el título del Abierto estadounidense –con el que se reanudaría la temporada–, y la de Federer, quien confirmó que se perderá la temporada tras otra cirugía, pero manifestó que no se imaginaba jugando en una cancha sin aficionados, dejan en entredicho el futuro cercano del tenis sin sus grandes exponentes.
Miguel Tobón, extenista y ahora entrenador en Miami, afirma que la ausencia de estos tres jugadores, le haría “perder brillo al circuito”, y especialmente a los torneos del Grand Slam.
Señala, además, que en el caso de Djokovic y Nadal, de condicionar su participación en el torneo norteamericano por la pandemia, es “una decisión muy personal en la que quizás están anteponiendo su salud y profesionalismo por encima del dinero”, dice Tobón.
Héctor Monroy, director ejecutivo de la Liga de Tenis de Antioquia, lo ve desde otra perspectiva, aunque está de acuerdo con Tobón en que la temporada perdería brillo, el impacto económico sería más fuerte para los organizadores de los torneos.
“Los tres son como un imán que atraen patrocinadores, derechos de televisión y público, que en este caso es restringido, los ingresos claramente disminuirían, pero en las circunstancias actuales hay que pensar en la salud antes de cualquier otro interés”, explica el dirigente.
La afición y los jugadores que quieren seguirle los pasos, también ven como un golpe la ausencia de la terna en el circuito.
El tenista antioqueño Sergio Hernández, quien juega para la Universidad de Louisville (EE. UU.), afirma que el nivel no será igual de alto ya que, aunque hay jugadores con un crecimiento importante como Dominic Thiem (tercero en el ranquin mundial), Daniil Medvédev (quinto) o Alexander Zverev (séptimo), no será lo mismo un juego entre ellos, que uno entre el Big Three, con una exigencia mayor.
“Un Grand Slam o un ATP guardan la importancia que tienen y son tan apetecidos por la presencia de ellos, por su juego, por medir a los demás jugadores, sin ellos se perdería el espectáculo”, dijo la raqueta juvenil.
Por su parte, Esteban Castillo, tenista aficionado y seguidor de este deporte, manifiesta que, además del tema de salud, el que estas figuras duden en competir pasa por un tema de imagen y empatía.
“Son jugadores muy profesionales y creo que también evalúan el tema de su imagen, porque es un momento en que el mundo pasa por una situación difícil y prima más el bien común que los intereses personales”.
Sin duda, la ausencia de los mejores dejaría en el circuito del tenis un vacío deportivo, comercial y de espectáculo difícil de llenar.
