El huracán Irma afectó los planes de Ginna Escobar y su entrenador Diego Medina, quienes ya deberían estar en París con sus compañeros de la Selección de gimnasia artística, descansados y listos para la Copa Mundo que comenzará mañana.
Su vuelo, por tener visa americana, era Medellín-Miami-París, pero el fenómeno natural obligó a la cancelación del viaje el martes. Solo esta tarde, y tras el cambio de pasajes, estos dos paisas partirán a la capital francesa donde los espera el gran reto.
“Llegamos, entrenamos una sola vez y luego, a competir. No es lo ideal, pero tocó así y hay que afrontarlo”, dice la deportista de 19 años y futura sicóloga (cursa cuarto semestre en la U. de Envigado, municipio que la apoya).
Ginna asegura que para su cuarta participación en este tipo de certámenes, en el que actuará en barras asimétricas y viga de equilibrio (es un torneo de especialistas) llega en un buen nivel: “He entrenado mucho física y mentalmente”.
Aunque reconoce la importancia de esta cita y el Mundial de Canadá, al que también asistirá entre el 2 y 8 de octubre, dice que el objetivo principal son los Juegos Bolivarianos de Cartagena (noviembre).
Ese será el inicio del ciclo olímpico hacia Tokio-2020, donde espera estar luego de quedarse por fuera de Río-2016 cuando había hecho todos los méritos. Pero la Federación la puso a dirimir el cupo con la experimentada Catalina Escobar, quien la eliminó y se quedó con la casilla.
“Eso me dio duro -admite la envigadeña-, aunque el mismo año hice el duelo y me siento tranquila. Si no asistí fue por algo, todos tenemos nuestro momentos, son pruebas que la vida pone y te hacen fuerte. Me dolió, pero ahora estoy emocionada pensando en Tokio”.
Algo que la motiva y la hace fuerte es que la Federación Internacional de Gimnasia le está dando más énfasis a la interpretación artística en femenino, en busca de más elegancia y feminidad. “Es como volver a los años 90 en los que primaban las coreografías con el ritmo musical, no tanto las dificultades en la ejecución de los aparatos”.
Y ella, con su técnica y belleza latina, tiene mucho por ofrecer. París lo comprobará.