Tuvieron que pasar cinco años para que un colombiano volviera a ganar un torneo del PGA y más de una década para que el país contara con otro deportista en la máxima categoría del golf internacional.
Por eso lo vivido por Juan Sebastián Muñoz Amaya, el fin de semana pasado, en el Sanderson Farms Championship fue brillante y una de las mejores noticias de la temporada para el golf nacional, que volvió a posicionar a uno de sus deportistas en la órbita mundial.
EL COLOMBIANO habló con el deportista, quien está radicado en Estados Unidos, y compite actualmente en el Safeway Open, California, otro de los torneos del PGA.
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¿Qué representa este primer triunfo en la élite de este deporte?
“Es muy gratificante que todo el trabajo culmine con esta victoria. Me tiene muy feliz y me impulsa a seguir intentando para ver hasta dónde podemos llegar”.
¿Cuándo sintió o pensó que podía ganar?
“Desde la tercera ronda cuando cogí el primer lugar sentí que lo podía ganar, aunque fueron sensaciones de sube y baja, pues en los últimos tres hoyos también reflexioné con que lo podía perder, por eso me concentré en ese hoyo final, en que tenía todo para ganarlo y logré el desempate”.
¿Cuál fue la clave para lograr la victoria?
“Tener como caddie a mi amigo Mateo Gómez fue súper importante porque se aseguró de que yo estuviera calmado, tranquilo y confiado en que me estaban guardando algo especial en el último hoyo, fue algo que me repitió durante toda la ronda y que me ayudó para llenarme de confianza”.
¿Por qué esa celebración tan mesurada?
“Al ganar sentí un alivio, uff, es que venía con mucha presión porque en el empate me sentí feliz, animado, ilusionado. Ya cuando gané ni lo creía, pero también estaba muy contento”.
Su familia siempre lo ha apoyado, ¿cuáles fueron esas reacciones tras el triunfo?
“Fue una locura, no se lo podían creer, gritaron, lloraron, me esperaron como dos horas mientras cumplía con mis responsabilidades de entrevistas y firma de autógrafos, para poderme felicitar. Verlos así me pone muy feliz, me saca las lágrimas, es algo maravilloso para mí poderles producir esto”.
¿Recibió algún mensaje que lo dejó sorprendido?
“El que más alegría me dio fue de lejos, el video que enviaron mis papas (Ricardo Muñoz y María Fernanda Amaya). Ellos estaban con mi abuelo, mi primo y mi tía viendo la final y fue muy emotivo verlos tan felices”.
¿Ellos lo acompañan en algún torneo?
“Generalmente vienen como a cinco o seis eventos al año, pero en el de Misisipi no pudieron estar, lo siguieron por televisión”.
En el 2016, cuando ganó el Colombia Open, no se creía el cuento de ser profesional, ¿cómo se siente ahora?
“Ya estoy más decidido, en esa época no estaba tan convencido porque no me sentía tan cómodo y seguro de mi elección. Consideraba que había sido como algo de suerte, pero ya después del trabajo que he hecho, y luego de esa victoria, me he probado que sí soy lo suficientemente bueno, quiero y puedo hacer esto el resto de mi vida”.
¿Cómo le sirve para lo que será el 2020 tener una experiencia previa en el tour PGA?
“La idea es seguir mejorando mi porcentaje de agarre al más alto nivel. Ahora me siento muy orgulloso de lo que estoy haciendo, de cómo estoy jugando, aunque considero que siempre se puede mejorar más y a eso le apunto”.
¿Qué cambia de lo que tenía planeado este año tras el triunfo?
“No va a cambiar mucho, creo que voy a jugar los torneos que tenía planeados, pero el calendario 2020 sí es muy diferente al que pensaba que iba a jugar porque desde enero voy a estar compitiendo dos semanas en Hawai, luego tendré torneos en marzo, abril y mayo y la verdad todavía no me lo puedo ni creer, todo es muestra de que valió la pena y que seguimos creciendo como jugador”.
¿Cuántas competencias le restan este 2019?
“Estoy un poco indeciso porque inicialmente la idea era jugar cinco torneos más, pero creo que voy a recortarlo a 4 para tomarme una semana porque voy a arrancar mucho antes de lo pensado a preparar la temporada 2020”.
¿Qué cree que debe hacer para afrontar esa nueva campaña?
“Seguir haciendo lo mismo, creo que el éxito está en eso, en lograr sostenerme porque estoy sirviendo muy bien, trabajar con la misma gente y los objetivos para continuar mejorando”.
De los torneos que aseguró para el próximo año, ¿cuál es el que más lo ilusiona?
“Uyy de lejos, y sin duda, el Máster de Augusta, creo que es el torneo con el que todos soñamos”.
¿Estar en el PGA qué le cambia en su rutina como deportista?
“La responsabilidad principal es el día miércoles cuando nos toca jugar la ronda de Proam con los amateur o los patrocinadores del torneo, por este resto de año todo seguirá igual. Ya en el 2020 sí cambiará la rutina, porque tendré que hacer actividades con niños, patrocinadores, visitar fábricas de los auspiciadores y ese tipo de cosas más sociales”.
De esos eventos fuera de la cancha de golf, ¿cuál disfruta más?
“Siempre me gusta compartir con los niños y sobre todo cuando se salen de lo rutinario, no tanto el tema de enseñarles a jugar golf, sino meterse uno en el mundo de ellos. Me gustaría que esas visitas que programan para ir a clínicas que tratan a niños con cáncer o sida yo pudiera hacer con ellos lo que ellos aman, lo que disfrutan, porque la idea es darles un momento feliz, agradable”.
Su regreso a la PGA le da también puntaje para soñar con los Olímpicos, ¿qué piensa de esa opción?
“Anhelo estar en los Olímpicos de Tokio, tras el triunfo en 2016 tenía la ilusión de ir a Río de Janeiro pero las cosas no se dieron, pero siempre he querido participar en los Juegos, ese ha sido mi deseo y me emociona saber que estoy, junto a María José Uribe, como los candidatos para representar al país”.
¿Qué falta para que más colombianos lleguen al PGA?
“Creo que vamos por buen camino, en este momento es tener un poco de paciencia, y esperar porque vienen muy buenos golfistas, que seguro llegarán al PGA”.
¿Siente que podría igualar lo hecho por Camilo Villegas?
“No lo tomo así como un objetivo, pero sí estoy concentrado en mi carrera, en hacer las cosas bien. El reto es enorme porque la única manera que existe de compararme con Camilo es sostenerme por más de una década en el PGA. Así que hay mucho camino por adelante”.
¿Es indispensable estar fuera del país para progresar en el golf?
“Siento que es posible hacerlo desde Colombia, pero es más difícil. En cambio, en Estados Unidos, hay más posibilidades, mayor facilidad, las oportunidades son más parecidas a las condiciones de juego en las que uno va a competir, y eso hace la diferencia y suma al final del día”.
¿Cuál quiere que sea su sello?
“Lo único que quiero es que se note el trabajo, que se den cuentan que hago lo que creo necesario para seguir mejorando, me divierto y soy profesional en lo que programo y cuando voy a la competencia porque quiero ser el mejor y sostenerme en el PGA”.
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