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El 23 era el dorsal mágico del baloncestista Michael Jordan; el 23 fue el día que nació Pelé y 23 fueron los puñetazos que esquivó el boxeador Muhammad Ali, en 10 segundos, durante la histórica secuencia que protagonizó en abril de 1977, en Miami, frente al jovenzuelo Michael Dockes, de 19 años, 16 menos que él.
Así cierra el diario El País de España una nota que escribió sobre otra 23, aunque este número podría ser efímero. Serena Williams llegó a esa cantidad de torneos de Grand Slam ganados, luego de vencer ayer a su hermana mayor, Venus, en la final de Australia (6-4 y 6-4).
Una cifra que puede ser dulce, pero que no llena a la estadounidense de 35 años. Superó a la alemana Steffi Graff y se convirtió en la tenista con más grandes conquistados en la era abierta.
Sin embargo, hay una australiana que entre 1960 y 1973 -la era abierta arrancó en los 70- acumuló 24 de esta clase de torneos. Margaret Smith Court, al menos hasta junio cuando empiece el Roland Garros, es la más laureada.
“Me hace sentirme grande. He estado buscándolo desde hace mucho tiempo. Cuando lo tuve en mi radar sabía que tendría la oportunidad de lograrlo y ahora estoy aquí. No hay mejor lugar que Melbourne”, dijo Serena luego de recibir el anhelado trofeo y de abrazar con fuerza a su hermana -con quien no le importó el corazón para dar los mejores golpes de su derecha-.
Ganadora de 81 juegos, de los 91 que ha disputado en Melbourne, y de 316 en los Grand Slams, Serena regresó a la cima del ranquin ATP.
A sus 35 años y 125 días, la norteamericana se convirtió en la más longeva en estar en esa posición de privilegio, relevando a la alemana Angelicque Kerber, quien duró cuatro meses en el puesto 1.
“Encima eso”, dijo tras recuperar el número uno del mundo. “No sé qué decir, que me siento bien y en la cima. Así es como me siento”, señaló Serena, al momento de la premiación, que comentó que en sus comienzos en California siempre se fijaba en ciertos jugadores.
“Me encantaba ver a Mónica Seles y a Steffi Graf y también a Pete (Sampras), quería sacar como él, ese era mi objetivo. Me gustaban muchos jugadores. Recuerdo cuando Zina Garrison alcanzó la final de Wimbledon y fue impresionante. Me gustaba observarla jugar en cuanto tenía oportunidad”, comentó la reina del tenis, al menos en la fase actual, quien ya suma 20 años de carrera.