Si bien los colombianos salieron en masa a ejercer su derecho al voto este domingo, que las decisiones las tome el 100 % o un porcentaje similar de los habilitados para votar, sigue siendo una utopía.
La participación electoral de ayer alcanzó el 53,38 %, con 19.636.714 ciudadanos en las mesas de votación, frente al 46,03 % restante que no lo hizo, equivalente a 17.147.226. Esto demuestra que aún hay desinterés de los ciudadanos para tomar la decisión e inclinarse por una persona que rija los destinos de la nación.
Para Jorge Luis Yarce Tamayo, docente del Departamento de Derecho de la Universidad Central, no es un triunfo de la democracia, porque aún existe el temor de los ciudadanos, aunque reconoce que es un logro “que se haya alcanzado este nivel de votación”. No obstante, expresa que al existir ese porcentaje de abstención “impide que haya una plena democracia”, pues las decisiones las siguen tomando determinados grupos.
Es importante tener en cuenta que en el país hay más abstención en primera que en segunda vuelta. Por ejemplo, hace cuatro años bajó del 59 % al 54 % entre una y otra, pero en 2010, cuando Juan Manuel Santos era el virtual ganador frente Antanas Mockus, subió del 51 % al 56 % en segunda.
En cuanto a lo que sucedió este domingo, el docente de la Universidad del Norte, Luis Trejos, tiene una percepción similar a la de Yarce, al sostener que es preocupante el hecho de que un grupo tan ámplio de colombianos sienta que “la política no les resuelve los problemas que tienen a diario”. Además, defiende que no asistir a las urnas es “un derecho que nos hemos ganado los ciudadanos y, aunque parezca un contrasentido, creo que el hecho de votar o no, también es una libertad democrática en la sociedad”.