El alma no tiene color es el nombre de la fundación que la modelo cucuteña Belky Arizala preside desde hace diez años, y que durante esta década ha ayudado a personas en situación vulnerable sin ningún tipo de condición, ni limitación.
Sin embargo, para que la fundación sea viable y autosostenible, y se puedan seguir realizando los proyectos de capacitación y emprendimiento, donde se busca el aumento del autoestima y ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas, Belky ha diseñado una colección de pulseras con las que pretende inyectar el capital necesario.
“Nos dimos cuenta de que para seguir manteniendo los programas y sosteniendo los proyectos, necesitábamos más dinero. Con estas pulseras no solo se donan dos mil pesos, se lleva un artículo que le recuerda a quien lo lleve dar gracias a la vida”, comenta la modelo.
Entre los diseños se encuentran unas en forma de círculo (las que se ven en la fotografía), que simbolizan el inicio de cosas nuevas en el mismo lugar donde finalizó un camino de aprendizaje.
También se puede encontrar otras con dijes en forma de animales o bicicletas, para concientizar sobre el cuidado de la biodiversidad y el medio ambiente.
La colección se renueva cada semana para ir a la par con la filosofía de la fundación: el alma no tiene color.
