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Su colaboradora por 30 años, Virginie Viard, lo resumió en dos palabras: genio creativo. A la diseñadora Stella McCartney le cambió la forma de ver el mundo. Para Donatella Versace fue “un talento inolvidable” y según Marc Jacobs “una gran inspiración”. Claudia Schiffer lo llamó “polvo mágico”. Todo eso fue Karl Lagerfeld, la industria de la moda lo reconoce, y pensar que su musa era un gato, no una estrella de cine o cantante, tampoco una modelo, era Choupette.
“Creo que los animales son mejores musas que los seres humanos, nunca pasarán de moda”, le dijo el apodado Káiser (emperador, en alemán) a Lady Gaga en una entrevista en la se entrevistaron mutuamente para la revista Bazar, en 2014.
En la conversación le contaba a la nominada al Óscar que, además, se comunicaba con su mascota a través de la mirada.
“Ella es la heredera”, asegura la periodista, jurado del reality La Agencia, escritora, asesora y crítica de moda, Pilar Castaño. Según ella, Lagerfeld pasaba horas con su minino entre libros y comían en la misma mesa.
“No creí que alguna vez me iba a enamorar así de un animal (...) Desde que ella llegó a mi vida me convertí en una mejor persona”, le aseguro el diseñador al medio CNBC.
¿Qué será ahora de la cómoda vida de Choupette? El Káiser falleció ayer en París a los 85 años, será recordado por su talento, una palabra que se queda corta para describirlo, según las distintas personalidades que han manifestado sus condolencias, entre ellas la diseñadora Donatella Versace, y por haber reinventado a comienzos de los 80 una marca a la que le dedicó casi cuatro décadas de su carrera, Chanel.
Lagerfeld, que nació en Hamburgo (Alemania) en 1933, llegó a la reconocida casa de moda francesa fundada por Gabrielle Chanel “coco” (1883-1971) en 1983.
Su arribo a Francia fue a inicios de los 50 y allí, antes de ser Karl Lagerfeld, el ícono, trabajó para reconocidos nombres en la industria como Pierre Balmain, Chloé (de Gaby Aghion), además de empezar una relación con la casa italiana Fendi, que apenas terminó con su fallecimiento.
Pilar Castaño afirma que fue a los 18 años que el káiser llegó a París (Francia). Lo hizo para participar en un concurso organizado por el Secretariado Internacional de la Lana. “Ahí se conoció con Yves Saint Laurent, quien ganó. El señor Lagerfeld quedó de segundo y desde eso fueron grandes amigos y competidores; ambos vivieron el glamour, el estilo y la feminidad”, cuenta Castaño.
La llegada del modisto a la casa francesa fue hace 36 años. Su espíritu creativo “le dio visión a la marca” cuenta William Cruz Bermeo, docente de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB).
“En ese momento la firma estaba en el olvido, la gente la asociaba con personas mayores y con un tipo de consumidor en vía de extinción. Karl le entregó vitalidad, logró que las tiendas se expandieran por el mundo e hizo que la firma recobrara vigencia”, narra el docente.
El profesor Cruz explica que para revivir de esa manera a Chanel, Lagerfeld recurrió a los elementos distintivos del estilo de la casa de moda para vincularlos de nuevo e incorporó sellos insignia del universo creativo; así construyó un futuro a partir del pasado. De hecho, el docente recuerda una imagen ilustrada del diseñador en la que “se puso en escena a sí mismo rodeado de elementos que componen el imaginario de Chanel y de él y con una frase que decía: ‘Formar un mejor futuro con los elementos ampliados del pasado’”.
La jurado de La Agencia resalta que Karl mantuvo el legado de Chanel y le dio una directriz contemporánea. “Se metió con las transparencias, con el pvc, le dio brillo a las texturas del siglo XXI; les entregó la moda a las jovencitas”.
Fue así entonces que la marca inició un ascenso y adquirió, aún más, un carácter relevante para los consumidores de lujo, cuenta el profesor de la UPB. Lo que Lagerfeld hizo con Chanel será recordado por todos en la industria de la moda, siempre.
La creatividad de Lagerfeld no tenía límites, Pilar Castaño señala que él diseñaba hasta 20 colecciones anuales para tres marcas distintas: Chanel, Fendi y su firma epónima, para la que Choupette sirvió de inspiración, quedando plasmada en una colección de carteras y zapatos denominada Choupette in love.
Sobre las marcas a las que se dedicaba, Karl Lagerfeld decía: “Fendi es mi versión italiana y Chanel es mi versión francesa”.
Él no fue un simple diseñador, asegura Cruz Bermeo, “sino una persona que está en el orden de la genialidad; era políglota, fotógrafo, editor de libros”.
Castaño tiene una apreciación similar y cuenta que fue un hombre que amó lo que hizo y conoció a cabalidad la labor a la que se dedicó. “Era un lector con una libido permanente por el oficio, salía poco de su casa y siempre estaba leyendo y diseñando”, apunta Castaño.
Además de ser un “gran orquestador en la transformación de Chanel”, Cruz Bermeo, que es un investigador de moda, dice de Karl que representa la figura mítica del diseñador, esa que se formó en el siglo XX y se refiere a quienes se dedicaron a la alta costura.
“Transitó de una figura de dictador de moda hacia la de alguien capaz de trabajar para distintos nombres y de interpretar la estética de distintas firmas”.
Ese es su legado innegable, asegura el profesor. Karl Lagerfeld les enseñó a las generaciones que lo acompañaron la importancia de ir transformándose, de interpretar los cambios e incorporarlos al trabajo diario.
Su figura es importante para los diseñadores en cualquier lugar del planeta, entre ellos Colombia, asegura Cruz Bermeo, básicamente “porque fue consciente de su papel como creador de novedad y de despertar el deseo por el objeto”, adicionalmente es relevante en la moda de cualquier país, dice, por ser referente de la construcción de la imagen sobre sí mismo que permita comunicar su estética.
Lagerfeld tenía un brazo derecho e izquierdo al mismo tiempo, decía él, su sucesora Virginie Viard.
La mujer francesa colaboró durante más de 30 años con el diseñador como directora del estudio de Chanel y está a dos semanas del próximo desfile de la marca.
“Es a Virginie Viard en quien Alain Wertheimer (copropietario de Chanel) ha confiado el cuidado de asegurar la creación de colecciones para seguir manteniendo con vida la herencia de Gabrielle Chanel y Karl Lagerfeld”, dijo la empresa de moda en un comunicado difundido ayer martes.
Ella será quien aparecerá al final del desfile que acontecerá pronto, así lo hizo hace casi un mes cuando ya se hablaba de los quebrantos de salud de Lagerfeld. Fue en el desfile de alta costura primavera 2019 de Chanel en el Grand Palais, en esa recreada villa Toscana. Karl ya no estaba.