¿Recuerda el casino de Moe Green que Michael Corleone le quitó cuando lo mandó a matar en El Padrino? o ¿el hotel en el que James Bond se hospedó en Diamonds Are Forever? Ambos se trataban del icónico hotel y casino Tropicana, ubicado en Las Vegas que, tras 67 años de servicio en “la ciudad del pecado”, cayó en la madrugada del miércoles tras su implosión para darle paso a un estadio de béisbol que será inaugurado en 2028.
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En medio de una verdadera fiesta que incluyó fuegos artificiales y un espectáculo de drones fue despedido uno de los resorts más antiguos de la popular Strip de Las Vegas que cerró desde abril para dar inicio a las obras del estadio que en cuatro años albergará los juegos de los Oakland Athletics, de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB, por sus siglas en inglés).
El Tropicana cerró así con una historia de casi 70 años. Fue inaugurado en abril de 1957 y desde entonces, el complejo con 300 habitaciones se erigió en medio del desierto que con el paso de los años se fue poblando. De hecho, frente a él se ubica otro ícono de la ciudad del desierto: el MGM Grand. En sus lujosos espacios hospedó a grandes figuras del entretenimiento y el deporte como Muhammad Ali, Al Pacino, Elizabeth Taylor, Debbie Reynolds, Elvis Presley y hasta a Frank Sinatra.
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Los 500 trabajadores que fueron despedidos el pasado 2 de abril, cuando el resort cerró definitivamente recibieron, según medios de Estados Unidos, 2.000 dólares por cada año de trabajo y ocho meses de seguro de salud.
Muchos de ellos se agolparon en la madrugada de este 9 de octubre en el Strip para ver cómo a las 2:30 de la mañana el edificio en el que trabajaron por años, se derrumbaba en segundos en medios de luces y flashes de los curiosos que también llegaron allí para ver lo que terminó siendo un espectáculo.
La estructura que lo presidirá tendrá una capacidad para 33.000 espectadores y ocupará cerca de 36.000 metros cuadrados de los 142.000 metros cuadrados que ocupaba el Tropicana. Su construcción costará 1.500 millones de dólares.
