A María Catalina Usme le forjó el carácter el rechazo que sufrió más de 20 años atrás cuando quiso jugar el torneo Pony Fútbol con los niños y no lo pudo hacer. Era una época donde hacía su aparición, en el gran cartel, un incipiente balompié femenino, con más miedo que seguridad. Ni siquiera una doble lesión de rodilla le quitó su eterna obstinación. Quizá la vida le puso esa prueba de aposta.
Cata es el ícono más representativo de la Selección Colombia de fútbol femenino; esta misma que llegó hasta