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A María Catalina Usme le forjó el carácter el rechazo que sufrió más de 20 años atrás cuando quiso jugar el torneo Pony Fútbol con los niños y no lo pudo hacer. Era una época donde hacía su aparición, en el gran cartel, un incipiente balompié femenino, con más miedo que seguridad. Ni siquiera una doble lesión de rodilla le quitó su eterna obstinación. Quizá la vida le puso esa prueba de aposta.
Cata es el ícono más representativo de la Selección Colombia de fútbol femenino; esta misma que llegó hasta los cuartos de final de la Copa Mundial de Australia y Nueva Zelanda en 2023.
Como un “pibe” de barrio, regateadora de cuadra, Cata gambeteó las adversidades. Nació en Rionegro, Antioquia en 1989, creció en Marinilla, se forjó en Medellín y alcanzó la gloria con el América de Cali. Cuando Cata habla, todas se detienen y escuchan. La Selección Colombia será siempre su coraza, su vida, su todo...
A mi equipo
Quiero expresar lo profundamente orgullosa que me siento de haber hecho parte de este increíble grupo de mujeres. Qué honor indescriptible representar juntas a Colombia. Somos un equipo de luchadoras incansables, sin importar quién estuviera al otro lado, ni los obstáculos que se presentaran. Nuestra fuerza está en la hermandad y el espíritu de equipo. Cuando pisamos la cancha llevamos en el corazón el amor por nuestra patria y la convicción de lograr cosas extraordinarias. Las diferencias de talla y condiciones físicas nunca importaron, todo eso lo convertimos en fortalezas. ¡Somos diversas, somos poderosas!
La determinación es palpable, una chispa que nos dice que todo puede suceder si trabajamos juntas, creyendo en nosotras. Cada una de ustedes es un caso de éxito, un ejemplo para las futuras generaciones. Nuestra labor va más allá del fútbol: estamos construyendo un legado, abriendo caminos para que otras mujeres sigan sus sueños, sin barreras.
Siempre vamos con Colombia al frente, con el balón entre nuestros pies y la pasión en nuestros corazones. Estamos forjando historia, rompiendo récords y dejando una huella imborrable en el deporte y la sociedad. ¡Hay tristeza por haber terminado el Mundial, pero estoy emocionada por todo lo que viene! Cada día es una oportunidad más para crecer juntas. Sigamos adelante, con la cabeza en alto y con el compromiso de ser siempre las mejores.
Cata.