Conquistó su tercer oro consecutivo en la prueba reina del atletismo olímpico con un tiempo de 9,80. Encumbra su nombre en la eternidad.
La lección es clara: nunca se debe dudar de Usain Bolt. No hay lesión ni rival que puedan detener al hombre supersónico que, a pesar de otra largada desprolija, y superado por su rival Justin Gatlin al alcanzar la mitad de la distancia, la superestrella jamaiquina exhibió su remate demoledor y conquistó en Río de Janeiro su tercera medalla olímpica de oro consecutiva en los 100 metros.
Ninguno de sus rivales fue capaz de hacerle sombra, pese a que hace solo un mes había tenido problemas físicos. Usain Bolt (9,81 segundos) volvió a pasar, a zancadas, por esa meta que para él ya es la historia. El jamaiquino hizo enardecer a los asistentes al Nilton Santos, estadio abarrotado por 56.000 espectadores que calló cuando venía el momento del disparo,...
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