El alemán Marcel Kittel y el colombiano Fernando Gaviria tienen varias cosas en común, pero la principal es que son los dos más grandes esprínter del ciclismo.
Kittel ganó ayer la décima etapa del Tour y ajustó cuatro en esta edición, las mismas que logró Gaviria en el pasado Giro de Italia.
Pero hay algo más, los dos hacen parte del equipo Quick Step, que se da el lujo de tener estos dos eximios velocistas.
El colombiano, más joven, con apenas 22 años, en su primera cita grande obtuvo tamaño botín: vencer en Cagliari, Mesina, Reggio Emilia y Tortona.
Marcel, 29 años, es más experimentado y se podría dar el lujo de subir esta cifra (4). No es la única vez que consigue triunfar en tal número de fracciones, pues ya lo había hecho en el Tour del 2013, año en que ganó por primera vez en la ronda francesa y al siguiente (2014) repitió la cifra.
En la presente edición del Tour de Francia se han tenido seis finales al esprint y el germano se impuso en el 66,6 por ciento de ellas.
“Es verdad, es asombroso. No puedo expresar lo orgulloso que estoy. Es la cuarta victoria en diez días, es un gran logro para mí y para el equipo”, dijo Kittel una vez terminada la etapa y llevado al recinto de las entrevistas.
El de ayer fue un día tranquilo, sin modificaciones en la clasificación general individual, que sigue mostrando a Christian Froome como el líder y mayor opcionado a mantener la camiseta amarilla hasta el final. En su historial en el Tour acumula 50 días con esta casaca: 14 en 2013, 16 en 2015, 14 en 2016 y 6 este año.
El británico conservó sin problemas su maillot, tras la fracción disputada sobre 178 km, con salida en Perigueux.
“Fue un día tranquilo, sin presión. No había mucho viento. No fue una etapa complicada, aunque nunca hay fracciones fáciles, pero hoy (ayer) fue tranquila”, enfatizó Froome.