x

Pico y Placa Medellín

viernes

3 y 4 

3 y 4

Pico y Placa Medellín

jueves

0 y 2 

0 y 2

Pico y Placa Medellín

miercoles

1 y 8 

1 y 8

Pico y Placa Medellín

martes

5 y 7  

5 y 7

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

6 y 9  

6 y 9

A C. Segoviano

  • José Guillermo Ánjel R. | José Guillermo Ánjel R.
    José Guillermo Ánjel R. | José Guillermo Ánjel R.
26 de marzo de 2010
bookmark

Apreciado y abrazado doctor Carlos. Como decía Walter Benjamín, todo encuentro tiene la maravilla del abrazo. Es decir, nos encontramos para saber que existimos como seres humanos y que esta humanidad, representada por el respeto y la alegría de saber que uno y otro tenemos un lugar en el mundo, es la base de la tolerancia. Y abrazarse implica que lo que sabe uno es necesario para el otro (esto cuando el abrazo es sentido). Y sí, lo he abrazado al llegar a Stuttgart y al despedirme. La sensación fue esa alegría que produce la amistad. Pero no se trata de hablar de dos que se abrazan sino de lo que significa abrazarlo a usted, a todos esos años suyos compuestos por palabras anotadas y definidas que se amontonan en pequeños papeles sobre su escritorio, a la espera de ingresar a la computadora. Y por las reseñas que usted coloca en cada libro leído, determinando los aciertos del escritor, sus posibles fallas y lo que podría mejorarse. Es maravilloso.

Usted, doctor Carlos, que habla de filosofía y literatura, de semiología y lingüística con la facilidad (asombrosa) de un buen conversador y bebedor de café que fuma con gusto su cigarrillo, es, cada vez que lo visito, un ejemplo de lo que es la verdadera formación universitaria. En una universidad (en este caso alemana) se piensa el mundo desde las diferentes disciplinas. La formación primordial de los universitarios es humanística. De aquí que las universidades europeas no incluyan la enseñanza sobre oficios (para esto están las escuelas técnicas y de administración) sino que se interesen solo en el saber pensar y en la investigación. Pensar al hombre, a la política, a las culturas, a la física y a la química, por ejemplo, son los grandes baluartes de la enseñanza. Y así crean seres muy humanos.

Lo anterior, se lo digo, doctor Carlos Segoviano, porque en estas tierras calurosas estamos confundiendo el oficio de saber sobre el mundo (que es la esencia de la universidad) con meras ideas técnicas y gerenciales, que si bien son necesarias, no construyen humanidad (la esencia de toda comprensión de algo) sino habilidades. Y las habilidades, por sí mismas, no construyen a un ser humano. Es más, cuando solo hay habilidades se construye a un hombre máquina sin más principios que resultados previstos. Los tecnócratas son el resultado. Por eso me gusta su tarea de clasificar palabras y definirlas, para luego aplicarlas a lo que sucede. Y a más palabras definidas más mundo y entendimiento de la tierra como morada y no como un cuarto de rebujo donde todo lo que hay ha sido pateado.

Carlos Segoviano nació en Madrid (es gato), en Roma aprendió más de lo necesario y vive en Stuttgart desde hace muchos años. Y como su trabajo son las palabras, a través de ellas construye un lindo sentido de la vida: compartir con otros lo que sabe y aprender del otro por sus acciones. Me gusta de él que sigue siendo niño y sabio.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD