A raíz de la campaña de valores que hemos iniciado desde Antioquia (a través de EL COLOMBIANO, ¡a buena hora!), quiero participar con un tema en estos días candente en Bogotá respecto de los desnudos de mujeres en revistas.
Una cadena radial defendía dichos desnudos y criticaban de retrógrados e inquisidores a quienes querían oponerse.
Y yo, en vez de polemizar, quiero llamar a la reflexión: ¿qué siente un hombre cuando ve un desnudo de una mujer? ¿Siente: amor, admiración o deseo? Siendo sinceros? la última opción. Igual cuando por la calle ven niñas mostrando todo? ¿qué sienten por ellas?
¿Les gustaría ver a su novia con esos atuendos, para que sean blanco de las miradas provocadoras de todo el que pasa a su lado?
Entonces lo que hemos despertado con los desnudos es un instinto animal en los hombres, que solo ven a la mujer como el objeto de consumo de sus deseos sexuales; no descubren que detrás de esa piel hay sentimientos, afectos, inteligencia, voluntad y quizás muchas virtudes por las cuales esa mujer es merecedora de un amor limpio y sincero.
Por eso es que el valor del amor ha desaparecido? hoy reina el egoísmo, basado en el querer satisfacer los más primarios instintos y las mujeres así lo permiten.
Rescatemos el valor del amor humano, rescatemos el valor de formar familias en las que se conversaba al calor de un fogón de leña, en las que veíamos envejecer juntos a papá y mamá.
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