Días inexplicables, así pasa muchas veces. Parece como si nos hubiéramos levantado con el pie izquierdo. Nos sentimos bajitos de ánimo, sin energías y pocas ganas de realizar las actividades del diario. Y lo peor de todo es que no sabemos por qué pasa esto.
También están los días en que todo es armonía y felicidad, en los que se quiere bailar, brincar y hasta gritar. ¿Quién se aburre de ellos? Nadie.
Todo esto se debe a la endorfina, una hormona que como las demás es producidas en el cuerpo de forma natural.
Ésta se genera gracias a la hipófisis que está ubicada en la región central del cerebro.
"Esta glándula es la productora número uno de hormonas, que tienen que ver con diferentes funciones como: reproducción, diferenciación sexual, lactancia, fenómenos de tiroides, entre otras", explica el médico neurólogo y epileptólogo Álvaro Antonio Romero Vargas, jefe de neurología Instituto Corbic.
La hormona de la alegría
La endorfina es conocida como la hormona de la alegría o la felicidad, sin embargo, aunque su función natural es hacernos sentir bien, el exceso de ella puede provocar que la persona no se dé cuenta de esta sensación.
"Hay días en que se produce más endorfina, es ahí donde se nota el cambio de actitud y el bienestar de las personas, se está alegre, nada los afecta, no hay dolores o por lo menos estos disminuyen. Mientras que en otros momentos ésta se presenta en menor cantidad y se manifiesta con aburrición, dolor, sensación de cansancio, entre otros aspectos", comenta el especialista.
Cuando no se genera como debería de ser, viene el dolor y la tristeza, por ello, en muchas veces es la causa de la depresión.
¿Qué la aumenta?
Son varios los factores que pueden ayudar a subir los niveles de endorfina de forma natural. Pero solo hay uno que se ha comprobado por diferentes estudios: el ejercicio.
Sin embargo, algunos especialistas recomiendan las siguientes actividades con el fin de lograr su aumento: pensar en un buen recuerdo, escuchar música que le atraiga, tener en casa aromas agradables o simplemente recibir un buen masaje.
"Tener contacto físico, esto no necesariamente supone relaciones sexuales. Un abrazo, unas palmaditas de apoyo o un buen masaje, pueden ayudar a subir los niveles de endorfina, sin embargo lo único que se ha corroborado la actividad física", insiste Romero Vargas.
Por otro lado y por obvias razones, la falta de ejercicio disminuye los niveles de producción.
Serotonina
Más que una hormona, es una sustancia que producen las neuronas del cerebro que mejoran el ánimo. Para aumentarla en muchos casos los especialistas recomiendan algunos medicamentos.
"No hay una relación directa entre la endorfina y la serotonina, pero de alguna forma hay una sociedad entre ellas", concluye el especialista Álvaro Antonio Romero.
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