Con un gol de Paulinho en el tramo final, Brasil empató el domingo 2-2 ante Inglaterra, con lo que los anfitriones del Mundial de 2014 evitaron una derrota en el primer partido que se disputa en el remozado estadio Maracaná.
Fred puso en ventaja a Brasil a los 57 minutos. Pero Inglaterra le dio la vuelta al marcador con tantos de Alex Oxlade-Chamberlain y Wayne Rooney, a los 67 y 79, respectivamente.
Paulinho sentenció la igualdad a los 82.
Inglaterra no pudo repetir la victoria que consiguió hace cuatro meses en un amistoso dirimido en el estadio Wembley. Brasil apenas ha ganado un partido de los seis que ha disputado desde que Luiz Felipe Scolari asumió como entrenador a finales del año pasado.
Neymar, quien tras el partido se embarcó hacia España para ser presentado el lunes como nuevo jugador del Barcelona, fue anulado por completo.
Alrededor de 66.000 aficionados acudieron al Maracaná, que ha sido renovado a un costo estimado en 1.000 millones de dólares para que quede con un aforo para 79.000 espectadores.
La realización del partido estuvo en duda la semana pasada cuando un tribunal ordenó la suspensión del encuentro por motivos de seguridad. Al final se pudo llevar a cabo luego de que una jueza anuló la orden judicial previa.
La confusión puso nuevamente en evidencia la amalgama de costos desorbitados y demoradas en la construcción de los estadios con miras a la Copa Confederaciones, que arranca dentro de dos semanas como ensayo para el Mundial.
El Maracaná será sede de la final de la Confederaciones el 30 de junio y de la final de la Copa del Mundo el próximo año.
