Mientras en Casanare o San Andrés 80 de cada 100 personas tienen una cuenta de ahorro, en Antioquia ese porcentaje alcanza el 60 por ciento.
En cuanto al número de adultos que tienen una cuenta corriente, Bogotá fue la ciudad con mayor porcentaje de individuos con este producto, con el 15,9 por ciento. Le siguen los departamentos de San Andrés, Casanare y Valle del Cauca, con el 5,8, por ciento 4,5 y el 4,4 por ciento, respectivamente. Y una vez más Antioquia queda relegada a posiciones secundarias con el 3,2 por ciento.
Estos datos hacen parte del informe de Inclusión Financiera que, al corte del mes de junio de este año, mostró que el 66 por ciento de la población adulta del país tiene al menos un producto financiero (crédito, cuenta de ahorros, cuenta corriente, tarjeta de crédito, microcrédito, entre otros).
Según el informe, el número de personas con acceso a algún producto de ahorro o crédito se ubicó en 20,3 millones durante el segundo trimestre de este año, con un aumentó de 232 mil personas respecto al trimestre anterior (enero-marzo de 2012) y de 1,4 millones de personas al compararlo con el mismo periodo del año pasado.
Para Daniel Castellanos García, vicepresidente Económico de la Asociación Bancaria (Asobancaria), es evidente que hay un aumento en la población bancarizada en Colombia, tarea que se ha conseguido gracias a la penetración de las entidades financieras en diferentes regiones del país.
Sin embargo, en el caso de Antioquia, que es superada por departamentos como Quindío, Valle del Cauca o San Andrés, Castellanos García asegura que se debe en buena medida a la densidad poblacional de estos departamentos.
"Es más difícil llegar a zonas alejadas de Antioquia respecto a San Andrés o Quindío. Se ha ganado mucho en inclusión con los corresponsales no bancarios pero es claro que en Antioquia este indicador sigue siendo bajo", declaró.
Transacciones electrónicas
Otro aspecto que llama la atención en el informe es el incremento de las operaciones electrónicas. Así las cosas, mientras las transacciones en las oficinas caen en las cifras de operaciones que se realizan a través de este canal, los medios electrónicos como internet y datáfonos ganan un mayor terreno.
Las operaciones en las oficinas de estos establecimientos crediticios han caído desde 39,1 por ciento en junio del 2009 a 35,3 por ciento a junio del 2012.
Esa pérdida de 3,8 por ciento en estos tres años ha sido aprovechada por el resto de canales electrónicos de pago, como se evidencia por el uso de la internet, datáfonos, y pagos con teléfonos móviles, entre otras modalidades.
"La tendencia que vemos es que los canales tradicionales están perdiendo terreno, mientras que la banca móvil va en aumento, lo que ayudará a la bancarización", apuntó.
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