En promedio, en Medellín cada año abandonan el colegio unos 12.o00 estudiantes, llegando a una tasa de deserción escolar del 3.6%, según el registro de 2013, un fenómeno que preocupa y contra el que la institucionalidad busca estrategias de solución.
Las principales causas de la deserción escolar son la adversidad académica o el bajo rendimiento, la hostilidad en el entorno escolar, las malas condiciones familiares y el entorno peligroso (problemas de seguridad), revela un estudio de la Secretaría de Educación.
En 2013, el mal entorno familiar fue la principal causa de abandono del estudio, con 47.1% del total, seguido del desinterés (17.9%) y el bajo rendimiento académico (8.5%).
Para actuar sobre ese porcentaje que deja la escuela por el mal ambiente familiar, la falta de afecto y motivación acaba de nacer la propuesta Atrapadores de sueños, que busca conformar una red de voluntarios que se conviertan casi en tutores de los desertores para motivarlos al retorno.
Llenarlos de afecto
"Los voluntarios les darán un referente para que recobren su interés por el estudio, su función será animarlos y acompañarlos", detalla Iván Bustamante, coordinador.
Los voluntarios, que deben inscribirse de manera virtual y someterse a la aprobación de los impulsores, asumirán el compromiso de destinar 4 horas semanales a trabajar con los alumnos en actividades que están por definir, que pueden ser chocolatadas, ir a cine u otros programas similares.
"Esperamos tener una red inicial de 100 voluntarios y con ellos estructurar unos programas y actividades que cautiven y motiven al estudiante", subraya Iván.
Gloria Figueroa, subsecretaria de Planeación Educativa, confirma que la Secretaría de Educación apoya el proceso con la Fundación Casa de las Estrategias. Cree que por ser una estrategia enfocada a tocar el corazón de los estudiantes habrá resultados positivos.
"Los testimonios de voluntarios, de aquellos que en las dificultades lograron terminar sus carreras, les ayudarán a revivir los sueños", asegura la funcionaria. Admite que la cifra de deserción es alta, pero confía en la utilidad de todas las estrategias y programas que se vienen trabajando.
Aliadas de este programa son las instituciones educativas, en muchas de las cuales surge el problema. César Augusto Rodríguez, rector de la I.E. Finca La Mesa, del barrio Andalucía, le augura buenos resultados al programa.
"En nuestras instituciones no alcanzamos a actuar contra la deserción porque a veces los profesores ni detectan a los muchachos en riesgo por el alto número de alumnos que manejan por aula", afirma.
En su colegio, de 3.000 estudiantes, este año van cerca de 300 desertores. "Con un buen filtro de los voluntarios, Atrapadores de sueños hará un gran aporte", dice.
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