Puede que los líricos del fútbol anden enojados porque para ellos lo primero es jugar bien, pero Independiente Medellín terminó feliz, gracias a que consiguió el resultado por encima de todas las adversidades y sacrificando el fútbol espectáculo.
Es cierto que el sufrimiento fue exagerado y que tuvieron que sonar muchos "madrazos" en la tribuna. Sin embargo, ese anhelado triunfo escarlata se presentó gracias a las ganas del grupo y al 2-1 final con el que el Poderoso volvió a sonreír en el fútbol colombiano.
Tuvieron que pasar 10 partidos, tres meses (la última victoria había sido el 7 de diciembre) y un susto grande con ese gol de Herman Córdoba (45') para que el equipo antioqueño se pellizcara y volviera a ganar.
Significó tanto el triunfo conseguido al minuto 90 con el gol de Rafael Castillo que el cuerpo técnico festejó como si hubiera conseguido un título y uno a uno de los aficionados abandonaron el estadio Atanasio Girardot con cara de satisfacción.
"Sufridito también se vale y necesitábamos algo así para dejar la sal por fuera, recuperar la confianza y motivarnos para la Libertadores de mañana; lo importante era sumar tres puntos y se logró", fue la reacción primaria de Orlando Bustamante, uno de los 11.166 hinchas que pagaron ayer la boleta.
Fue la charla técnica, los cambios de módulo y la reacción de los jóvenes, ya que solo actuaron cuatro experimentados, los elementos en los que se apoyó el DIM para superar a un deslucido onceno opita, que se la pasó quemando tiempo y se conformó muy rápido con el empate transitorio que conseguía luego de que Carlos Hidalgo pusiera las cosas 1-1 con el penalti a los 51 minutos.
No se puede desconocer que el primer tiempo fue para el olvido, porque en ese pasaje Medellín renunció a la tenencia del balón. Esa situación pasó a un segundo plano cuando el equipo antioqueño se acordó de ganar con una actuación importante de Luis Carlos Arias, Carlos Hidalgo y Rafael Castillo.
Ayer jugar bien aparecía de segundo en el libreto, pues triunfar era lo más importante y el DIM lo consiguió con "ganas y ambición", según el técnico Santiago Escobar, y por eso hoy respira tranquilo.
Razón tiene porque ese 2-1 sobre Huila fue la primera victoria del año en el rentado y con ella Sachi ratificó que "con confianza sí se puede dar la pelea en el rentado y la Copa Libertadores" para mejorar en la tabla y atraer de nuevo a la fanaticada.
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