A punta de escoba y tapitas comenzaron a jugar béisbol figuras de la talla de Édgar Rentería y Orlando Cabrera, los dos peloteros colombianos de mayor éxito reciente en la historia de este deporte.
Rentería lo hizo en su barrio natal, Montecristo, donde el fútbol comenzó a perder un adepto. Cabrera, en cambio, nunca supo de fútbol, pero sí de béisbol, viendo jugar a su padre, Jólbert, y todos los días intentando pegarle a las tapitas o a las mismas pelotas de béisbol en su natal barrio de Los Caracoles.
Y así, intentando pegarle a las tapitas que lanzaba un oponente, ellos fueron haciéndose jugadores profesionales hasta llegar a las Grandes Ligas. Igual sucedió con los demás beísbolistas nacionales, cuyos procesos, alguna vez, tuvieron que ver con este "juego de niños" llamado chequitas.
Pues este tradicional juego con palos de escoba y tapas de botellón, sigue vigente. Y ahora más que nunca, gracias a que ya tiene su torneo nacional en la Costa Atlántica. De allí, seguramente, saldrán los futuros campeones del béisbol colombiano.
La esencia de los grandes peloteros del futuro se reunirá este fin de semana, en Barranquilla, para conocer a los mejores bateadores en el Red Bull Clásico de Chequitas 2012.
El evento programado para Barranquilla, Cartagena y Montería, reunirá a los mejores exponentes de este tipo de deportes, para que demuestren sus habilidades con un palo de escoba y una tapa de botellón de agua.
"Este novedoso espectáculo tendrá un montaje especial, diseñado por Red Bull, en un esfuerzo por reunir a los mejores de Colombia", manifiesta Carolina Correa, manager en comunicaciones de la firma promotora.
El torneo es de categoría abierta.