Los habitantes de Bojayá y parte de Vigía del Fuerte se declararon este martes en asamblea permanente, luego de no recibir respuestas ni respaldo por parte del Gobierno Nacional tras 10 años de su tragedia.
Precisamente hace 10 años, en la noche del 1 de mayo y amanecer del 2 de mayo, sus vidas quedaron marcadas por el conflicto. En esas horas los combates entre el bloque José María Córdoba de las Farc y los paramilitares del bloque Élmer Cárdenas acabaron con la vida de 78 personas, la gran mayoría refugiadas en la iglesia.
Este martes, como parte de la dolorosa conmemoración, no recibieron la visita de ningún representante del Gobierno Nacional y por esa razón determinaron que permanecerán en el coliseo de la población hasta ser escuchados.
La pista del aeropuerto, un estadio, un buen hospital porque el que hay se está desmoronando, una ambulancia y mejoramiento de las viviendas fueron parte de las promesas y ahora reclaman por ellas.
Por esa razón, los alcaldes de ambas poblaciones, Miryam del Carmen Serna Martínez de Vigía, y Edilfredo Machado Valencia de Bojayá, respaldan los clamores de la comunidad.
Los habitantes de este lugar no quieren otros 10 años de olvido. Ahora quieren superar las dolorosas heridas que aún les recuerdan que el 2 de mayo de 2002 su vida tuvo un antes y un después.
*Con información del periodista enviado especial, Javier Alexander Macías.
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