Tres triunfos adornaron esta semana la inteligencia y el arte colombianos. Triunfos internacionales, obtenidos en certámenes con participación de talentos de los mejores países.
Juan Manuel Roca ganó el premio Casa de América de Poesía Americana, que en otras ocasiones les ha pertenecido a celebridades de talla mundial. Uno de sus versos debió pesar en la decisión, aquel que habla de "mujeres más bellas que sí mismas". Su "Biblia de pobres" será publicada por la editorial Visor, que es la madre de las editoriales para la poesía en castellano.
Evelio Rosero se llevó el Premio Mejor Ficción Extranjera, del diario inglés The Independent, con su novela "Los ejércitos", que ya había ganado el Premio Tusquets. Superó entre muchos otros al portentoso escritor israelí Abraham Yehoshúa, uno de los más importantes intelectuales judíos de la actualidad.
Y Ciro Guerra fue aplaudido durante quince minutos en el festival de Cannes por "Los viajes del tiempo", una película mítica que es lo mejor que se ha hecho en el arte colombiano después de "Cien años de soledad". No ganó el premio de la sección 'Una cierta mirada', pero la prensa la elogió con pasmo.
Ya quisiera cualquier otra actividad colombiana haber logrado siquiera uno de estos éxitos orbitales. Ya quisieran los futbolistas, los golfistas o los ciclistas haberse coronado frente a los mejores rivales del mundo. Ya quisieran los científicos, los ingenieros, los negociantes.
Pero no, la cara del país está brillando afuera a causa de sus adelantos culturales, de sus visiones poéticas, del furor de sus creadores espirituales, de sus mitógrafos. Así ha sido siempre: somos campeones del alma, de la belleza y del arrebato, no de la técnica ni de la economía ni mucho menos de la política.
Pues bien, ¿dónde están las celebraciones para los tres campeones de esta semana? ¿Cuánta luz, cuánto sonido y cuánta tinta han dedicado los medios de comunicación a ponderar estas gestas? ¿Qué habría pasado si uno de esos ganadores hubiera sido un deportista? ¿No estaría ya circundado de laureles, besado por las reinas, patrocinado por los dudosos ricos, condecorado por los siniestros gobernantes?
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