Fue detenido en el aeropuerto internacional O'Hare de Chicago, Estados Unidos, una carga con 18 cabezas humanas. Según el periódico local Chicago Tribune, funcionarios de la aduana la retuvieron a finales de diciembre porque su documentación estaba incompleta.
El medio también aseguró que las cabezas fueron enviadas desde Roma para ser cremadas en Estados Unidos después de ser utilizadas en investigación médica.
Así mismo, Chicago Tribune afirmó que los cráneos habían sido embalsamados y estaban empacados en tres refrigeradores azules que arribaron al aeropuerto como un envío de carga regular.
En Estados Unidos el estudio y envío de restos humanos con fines médicos y científicos es completamente legal.