Horas antes de que se de el cese de actividades de la etapa de ampliación del Canal de Panamá por los 1.600 millones de dólares en sobrecostos, la Comisión Europea (CE) aceptó ayer mediar en el conflicto entre las autoridades de Panamá y el consorcio de tres empresas europeas.
Así lo manifestó a Efe el vicepresidente de la CE y responsable de Industria, Antonio Tajani.
La española Sacyr, la italiana Impregilo y la belga Jan de Nul, mantienen una divergencia con las autoridades panameñas con relación al sobrecosto por lo que hoy lunes vence el ultimátum, so pena de paralizar las obras.
"Conozco bien el problema de los sobrecostos de las grandes obras. Es un fenómeno que también ocurre dentro de la UE. Ambas partes tienen sus razones pero de pararse todo, perdería sobre todo Panamá, pero también las empresas europeas y el comercio mundial en general", explicó Tajani.
Preocupación colombiana
La atención de las firmas Cementos Argos y Cables de Energía y Telecomunicaciones S.A. (Centelsa) estará fijada hoy en las negociaciones que se den al respecto porque ambas tienen millonarias inversiones en la megaobra, de 65 millones y 20 millones de dólares, respectivamente.
Solo a Argos las ventas en el canal le representan anuales 700.000 toneladas de cemento y 350.000 toneladas más de puzolana molida (material cementante).
En cuanto a Centelsa, suministra 1.256.000 metros de cableado lineal en las tres fases, 1.472 toneladas de cobre, 701 toneladas de aislamientos, cubiertas de polietileno y PVC, 1.845 bobinas y 2.517 toneladas en el peso total de su aporte.
José Roberto Concha, director del Consultorio de Comercio Exterior de la Universidad Icesi (Icecomex) le dijo a la República que todo se aclarará y terminarán negociando para seguir las obras, y las empresas colombianas no se verán afectadas
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