Cuando una sociedad anda al garete la delincuencia reina. Esa es la situación de la Caracas chavista donde los índices de violencia son un claro reflejo de la falta de autoridad. Hoy esa metrópoli es calificada como una de las sociedades más violentas del mundo, tanto que su morgue colapsó.
Todo demuestra que el socialismo siglo XXI no parece ser la fórmula salvadora para los venezolanos que reclaman realizaciones por encima de los discursos ideológicos.
En las calles de Caracas la muerte espera, la falta de comida o empleo se resuelve con una puñalada para arrebatar un reloj o una cartera; otra para poner fin a una discusión y otra más para ganar protagonismo entre hampones. Hoy los propios deudos tienen que llevar a sus muertos a una morgue atestada de dolor.
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