La vallecaucana Danna Escobar se perdió el Suramericano 2012 que le dio la clasificación a Colombia para el Mundial de República Checa porque estaba embarazada de su bebé Cristopher, quien nació en diciembre del año pasado para impulsar a Danna a la cita mundialista.
No importó que estuviera terminando sus días de reposo después del parto, porque cuando se enteró de que el entrenador Mauro Marasciulo la llamó para integrar la concentración a partir del 10 de febrero, no lo dudó y con el dolor de tener a la distancia a Cristopher, empezó la preparación.
El trabajo físico para ponerse a punto, tras casi un año de estar por fuera de las canchas, fue difícil, pero las ganas de jugar el Mundial fueron mayores, con el impulso motivacional de Cristopher y la idea de prestar su talento para la Selección Colombia.
Y es que ese talento la llevó a ser en República Checa la mejor jugadora de la Selección Colombia, siempre fue la máxima anotadora de puntos en los partidos y acumuló 129 puntos, producto de 95 ataques efectivos, 22 bloqueos y 12 servicios, que la dejaron como la quinta mejor jugadora del mundo.
Además, fue la cuarta mejor atacante del Mundial, con 213 intentos y una efectividad del 44 por ciento, sólo detrás de una china, una turca y una brasileña, por eso Colprensa dialogó en exclusiva con la vallecaucana, que ya se encuentra en Cali, en compañía de Cristopher.
- ¿Qué análisis hizo de la participación en el Mundial?
Lo primero, que hay muchos equipos buenos y nos tocó un poco duro nuestro grupo, pero creo que pudimos ser segundos en la zona, pero no se nos dio.
- ¿Qué fue lo más difícil?
Sostener una buena actitud dentro del campo en todos los partidos, sostener la alegría para estar más cerca de los triunfos.
- ¿Cómo vivió el juego contra Tailandia, el primer triunfo en el Mundial?
Nos fue muy bien porque en todo momento estuvimos animadas, con la alegría por los aires y eso fue lo que nos faltó después contra República Dominicana.
- Precisamente, ¿qué pasó contra República Dominicana?
Pudimos haber ganado 3-0 sin complicarnos, pero nos faltó mucho ánimo, creo que bajamos la cabeza cuando teníamos que estar súper ese día.
- ¿Les afectó el sorteo, por los rivales que tuvieron en el grupo?
No creo, porque igual clasificamos, el tema fue que tuvimos todo contra Dominicana y nos falló algo que es muy importante, estar unidas y con la alegría por delante.
- ¿Valió la pena los cuatro meses de concentración?
Sí, valió la pena porque aunque no ganamos, tuvimos la oportunidad de jugar con otros equipos que son buenos y dimos todo de nosotras, y lo que nos queda es que cuando nuestros hijos pregunten '¿qué hiciste en tu juventud, mamá?', tendré muchas historias lindas que contarle, pues el Mundial ha sido lo mejor que pudo pasar en mi vida y vale la pena mucho esfuerzo y sacrificio.
- ¿Qué significa ser la máxima anotadora de Colombia y la quinta de todo el Mundial?
Es un orgullo, porque se ve el esfuerzo, el sacrificio, no solo de cuatro meses, sino de siete años. Se ve lo importante que es el voleibol para mí. Estoy muy feliz de poder demostrarles a los que me quieren y me apoyan, y sobre todo, demostrarme, que sí pude gracias por el apoyo a mis compañeras, porque sin ellas no sería posible esto tan lindo.
- ¿Se imaginó este rendimiento tan efectivo?
No lo imaginé, soñé estar entre las mejores y gracias a las receptoras, a las pasadoras, a las centrales, al cuerpo técnico, a la Liga, a mi familia, al presidente de la Federación y a Dios, por darme la vida para vivir cada día al máximo, en lo que amo, mi voleibol, para dar lo mejor de mí.
- ¿Cuál es su sueño deportivo?
Llegar a una de las mejores ligas de Europa y demostrar mi talento para darle apoyo a mi familia y darle a mi hijo todo lo bueno que puedo darle.