La agresividad para recuperar el balón, la lucha, el trabajo y la convicción que distinguieron a Leonel Álvarez como futbolista, se trasladaron al Independiente Medellín.
Ese toque personal es el que hoy le imprime el otrora varón del medio campo al equipo rojo, que este domingo (3:30 p.m.) recibirá la visita del Boyacá Chicó en el estadio Atanasio Girardot, por la cuarta fecha de la Copa Mustang II.
Y para que no queden dudas de la fuerza y el temperamento que deben imperar en todas la líneas del poderoso, su asistente Édgar Pánzer Carvajal, otro aguerrido ex futbolista, está pendiente de hacer respetar el estilo.
Los aficionados indagan sobre los argumentos que le dieron una nueva cara al DIM, esos que le generan confianza y optimismo.
La llegada de jugadores rápidos, especialmente para el ataque y el medio campo, le permitieron al técnico Álvarez hacer variantes tácticas que ya brindan buenos resultados. Se nota feliz.
Pero en el Medellín hay más: compromiso, deseo y ambición. Los jugadores entendieron que el torneo colombiano es importante y que hay material humano para aspirar al título. Que desde el primer partido hay que marcar diferencia para no ser sorprendidos al final.
Agresividad, en el buen sentido de la palabra, parece ser la clave de este colectivo que espera ver recompensado su esfuerzo con tribunas llenas porque, como dijo Leonel, la tarea es de todos.
Los expertos hablan de un equipo corto entre sus líneas, atento y dinámico para recuperar con rapidez la pelota. Un conjunto con equilibrio en defensa y ataque.
El cambio de ritmo de mitad de cancha hacia adelante, para aprovechar la velocidad de los delanteros, es una de las novedades que resalta John Javier Restrepo.
"Eso, además de la tenencia del balón, hacen ver bien el juego de ahora", agrega Choronta en relación con los cambios tácticos que hubo.
Rafael Castillo, veterano de mil batallas, dice que no hay que hacer comparaciones porque todo proceso es distinto, en tanto que admite que la labor de Santiago Escobar también fue buena. Eso sí, reconoce que con Leonel el trabajo es intenso, al límite: "se corre mucho, hay mucha exigencia y competencia y eso brinda buen nivel de rendimiento".
Castillo reitera que ahora hay otros jugadores, otro estilo, otra forma de jugar, tal como se notó en los primeros partidos del torneo del segundo semestre.
La velocidad y la precisión para atacar al rival y el buen volumen ofensivo surgen como nuevas armas del poderoso, que mantiene cuatro hombres en la defensa y dos volante de contención. De ahí en adelante, encuentra variantes de acuerdo con el adversario. Pero, ante todo, dice Jackson, es un equipo que se identifica con el orden.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
