Tal y como avanza la situación del sector del cuero y sus manufacturas, que ha sido uno de los más golpeados por la revaluación y el contrabando, todo apunta a que las restricciones a las importaciones de calzado provenientes de Panamá -que vencen el 30 de junio-, serán ampliadas por segunda vez.
Esta medida, que exige que las mercancías ingresen únicamente por el puerto de Barranquilla y el Aeropuerto Eldorado, es objeto de una demanda en la Organización Mundial del Comercio (OMC), pues el vecino país considera que es discriminatoria y que incumple los compromisos asumidos por Colombia. Sin embargo, fuentes del Gobierno dijeron a este diario que si se mantiene evidencia de que continúa el contrabando y si estas acciones han resultado efectivas para contrarrestarlo, serán extendidas, a menos que la OMC haga algún pronunciamiento respecto a su legalidad.
El director de la Dian, Óscar Franco, dijo que esta medida ha sido positiva, pues ataca el contrabando y han subido los precios de las mercancías en la aduana e insistió en que "no se trata de afectar intereses de terceros países sino de especializar aduanas, como se ha logrado".
Sobre el tema, el director de la Cámara Sectorial del Cuero de la Andi, Pablo Narváez, dijo que las restricciones sí han surtido efecto. Para dar una idea, según cifras a marzo, ha caído 43 por ciento el número de pares importados, aunque el valor en dólares aumentó 25 por ciento, debido a que el precio de importación se ha duplicado. "Mientras no haya colaboración por parte de Panamá, esperamos que la medida se mantenga", añadió.
No obstante, existen temores de que la medida se concentre en el contrabando abierto y no en el técnico, el cual consiste en la subfacturación de las importaciones o el incumplimiento de lo que dice en los registros, por ejemplo ingresar una variedad de zapatos diferente a la que se declaró.
Hace dos semanas se realizó en Ginebra, Suiza, la primera audiencia sobre el caso en la OMC. Las partes hicieron su presentación e intervinieron terceros interesadas en el proceso, entre ellas China, la UE y Turquía.
Se espera que dentro de dos meses haya otra audiencia, y que al final del año se conozca un proyecto de pronunciamiento del panel sobre el proceso y luego el panel dirá si toda la medida o al menos una parte es incompatible con las obligaciones que Colombia tiene en la OMC.
Situación de la industria
La preocupación por la entrada de zapatos baratos y de contrabando al país es creciente, por la competencia desleal que amenaza la existencia de las fábricas nacionales. El presidente de Acicam, Luis Gustavo Flórez, señaló que en lo corrido del año han ingresado al país 330.000 pares de zapatos a menos de un dólar cada uno.
Para la industria nacional esos precios son predatorios, "insostenibles y sacan del mercado a los empresarios formales, porque no cubren siquiera los costos de las materias primas".
Esos volúmenes hacen sospechar que la importación de zapatos a 77 centavos de dólar, 1.300 pesos colombianos, está asociada a lavado de activos. El presidente de Acicam dijo que las autoridades aduaneras ya están trabajando sobre esas denuncias.
A juzgar por los decomisos de la aduana, el contrabando de zapatos registra un fuerte aumento. En 2007 la Dian aprehendió 1.194.429 pares, equivalentes a 25.817 millones de pesos, mientras que en lo corrido de 2008 se han retenido 633.748 pares por 14.456 millones de pesos.
Aparte de abaratar las importaciones, la revaluación ha generado que los fabricantes reciban menos ingresos por cuenta de las exportaciones. Esto, sin contar con que las demoras para la obtención de divisas en el Cadivi y las dificultades para obtener los certificados de producción insuficiente en el caso de la marroquinería y el calzado, han reducido notablemente el comercio con Venezuela, el principal socio comercial y esto no se ha podido recuperar con el mercado local.
Lo más difícil, es que las materias primas como el cuero no necesitan este certificado porque los venezolanos las están importando para producir las manufacturas.
Como paliativo, el Gobierno estableció por dos meses contingentes de 7,4 millones de pares de zapatos provenientes de China. Sin embargo, Narváez de la Andi considera que es muy poco tiempo, pues la revaluación va para largo. "Es parte de la solución, pero debe durar mayor tiempo".
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