Tras una fila que parecía interminable empezaron a salir de sus celdas, uno a uno, en silencio. En sus rostros, más que felicidad, había rutina.
Los guardias les decían a todo pulmón: "sigan la fila, sigan la fila. Por aquí por aquí". Así, media hora después, la cancha de fútbol de su casa, Bellavista, estaba a reventar.
En sus manos, no había cámaras fotográficas ni afiches ni nada de esas cosas que se llevan a un concierto. Había platos, cucharas y pocillos de plásticos.
Ellos, los internos, estuvieron toda la mañana expectantes del concierto de Andrés Cabas y de la llegada del ministro del Interior y Justicia, Germán Vargas Lleras. A las dos de la tarde se acabó la espera y aquellas caras tristes desaparecieron y comenzaron a cantar con el artista.
El programa educativo
Cabas y Vargas Lleras presentaron de esta manera la nueva estrategia de resocialización, que tiene como base la educación y el deporte.
El Ministro explicó que la oferta educativa alcanza los 80.000 cupos para aquellos que quieran acceder a cualquiera de las 221 carreras técnicas y tecnológicas.
"El programa dice que nadie se nos puede quedar sin matricularse. Hay 221 programas que se escogen, a través del Sena, desde cursos cortos hasta largos que tardan dos años", dijo.
Vargas Lleras destacó que cuando llegó al Ministerio eran muy pocas las oportunidades de estudio para los internos. "Por eso ahora pretendemos y esperamos que nadie se quede sin matricularse en los cursos".
De igual forma, el alto funcionario aprovechó el espacio para manifestarle al grupo de internos que estará pendiente de las denuncias que hagan relacionadas con corrupción.
"Les dejo el número de teléfono de mi despacho para que me hagan cualquier tipo de denuncias. Las voy a recibir personalmente. De ahora en adelante no van al Inpec, van a mi oficina".
Por último, el ministro Vargas les repitió a los internos: "Espero que no me queden mal, matriculándose. Pónganse a estudiar, si no lo quieren hacer por el estudio, háganlo por la rebaja de pena, pero ¡háganlo!".
Andrés Cabas, por su parte, manifestó que estaba muy agradecido por la invitación del Gobierno. "Les traigo música y arte a toda esta gente privada de la libertad y también vengo para mostrarles que tienen la opción del estudio".
La voz de los internos
Algunos, visiblemente emocionados de conocer al artista, otros entusiasmados con las noticias que les trajo Vargas Lleras, aseguraron que están a la expectativa que el plan de educación funcione.
"La idea es que comencemos a estudiar, y eso está bien, pero que también se haga efectiva la rebaja de pena, que eso se vea. Nosotros cumplimos con matricularnos, pero que ellos nos cumplan con la rebaja de la pena", dijo uno de los internos.
Otro de los muchachos internos manifestó: "¡Ahhh, si esto fuera verdad sería muy bueno!, pero aquí hay gente estudiada y eso no le ayuda a uno en nada. A mí realmente, me motiva más la presencia de Cabas, que los anuncios del Gobierno".
Los platos, las cucharas y los pocillos de plásticos con los que llegaron los 1.500 internos al concierto de rock, se sabía desde un principio, eran para el almuerzo que llegó después del concierto de Cabas.
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