El número de afiliados a fondos de cesantías en el país se habría ampliado en 3,6 millones de usuarios en el último año, estima la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías (Asofondos).
La cifra del gremio se registra a propósito de que el próximo 14 de febrero vence el plazo para que los empleadores giren a las cuentas de cesantías de sus trabajadores lo equivalente a un salario mensual del año pasado.
Para este año se espera un incremento superior al 10 por ciento en estos depósitos respecto a 2012, cuando las administradoras de fondos recaudaron 3,7 billones de pesos, es decir que superarían los 4 billones de pesos.
Este dinero se gira a cerca de 7 millones de trabajadores afiliados a fondos privados y otro millón al Fondo Nacional del Ahorro, entidad estatal. De ese universo de empleados, más del 80 por ciento devengan menos de dos salarios mínimos.
Básicamente, las cesantías cubren tres necesidades: vivienda, desempleo y educación. En promedio, durante los años 2011 y 2012, del total de retiros mensuales de cesantías, un 44 por ciento de ellos se destinó a gastos asociados a compra, remodelación y amortización de deuda de vivienda; un 35 por ciento más fue para protección del empleado por desvinculación laboral; y cerca de un 8 por ciento se destinó a educación (financiación de estudios superiores).
"Se estima que en los últimos 12 años, 20.4 billones de pesos en cesantías cubrieron estas necesidades de los trabajadores. De ahí que son un motor de ahorro, progreso y bienestar para el trabajador y los suyos", concluye el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro Trujillo.
Para sacarle más jugo a la rentabilidad de los fondos de cesantías, las administradoras ofrecen dos portafolios, de largo (si no se retiran) y corto plazo (si prevé retirarlas en poco tiempo)
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